¿Recuerdas esa lista de cosas que querías hacer al menos una vez en la vida antes de cumplir los 30? Pues bien, tu lista de aventuras debería contener varios ‘tips’ que incluyan también una exploración en el terreno sexual.
En este sentido, la psicóloga clínica Elena Vega nos guía hacia estos trucos sexuales que toda mujer ha de probar. Recopilamos y analizamos los más interesantes para recorrer un viaje íntimo hacia la sexualidad y el deseo. ¿Te apuntas?
1. Mirarte mientras te masturbas
Por más agotada, agobiada o aburrida que estés, dentro de ti está la semilla del deseo. "Cuanto más sexo tenga una mujer consigo misma, mejor se conocerá y más (y mejor) sexo deseará", nos explica.
Por ende, añade que masturbarse delante del espejo nos ayuda a sentirnos más seguras y cómodas en nuestras relaciones. "Veremos lo que nuestra pareja ve, lo cual es bastante excitante", asegura Vega. Esta práctica puede servirnos también para observar cómo se mueve nuestro cuerpo en respuesta a nuestro contacto, "a la excitación y al orgasmo".
2. Usar lubricante
Aunque muchas de nosotras no necesitemos usar lubricante, Elena Vega opina que todas deberíamos probarlos aunque sea una vez en la vida. Los mejores, explica, son los que combinan agua y silicona. Además, aportan esa intensidad que ambos necesitáis para alcanzar el clímax.
"También podemos usarlo cuando recurramos a juguetes sexuales como los consoladores vaginales, de esta forma disfrutaremos mucho más de la masturbación", expone la experta. Y añade: "Es un buen recurso además para eliminar el dolor asociado al coito que proviene de la sequedad vaginal".
3. Tener un orgasmo con los ojos abiertos mientras le miras
¿Te lo habías planteado alguna vez? Estamos tan acostumbrados (sobre todo por lo que nos venden fuera) a practicar y ver escenas de sexo con los ojos cerrados para "concentrarnos en sentir", que ni siquiera reparamos en los beneficios que puede producirnos precisamente todo lo contrario.
Es importante aprender a movilizar la energía durante el coito para revitalizar los cuerpos. En este sentido, los terapeutas sexuales coinciden en que mirar a los ojos de la pareja mientras se llega al orgasmo aumentará vuestra conexión.
4. Comprar un par de juguetes eróticos
¿Alguna vez has probado un vibrador o dildo? "Empieza a estimular el clítoris o toda la vulva con él, emplea varias posturas y colócalo como más te guste", recoge la experta.
La sexóloga Sylvia de Béjar advierte que los dildos deben untarse con lubricante, sobre todo en caso de penetración anal y, “nada de pasarlos del ano a la vulva, vagina u boca sin lavarlos antes con agua y jabón”. La mejor idea: usarlos con preservativos y aún así, extrema la higiene.
5. Tener sexo al aire libre
¿Sabías que según un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine, una de las fantasías sexuales preferidas de las mujeres es mantener relaciones sexuales apasionadas al aire libre?
"En ningún momento debe ser algo que se imponga ni hay que sentir que sea obligatorio hacerlo por el hecho de probar algo nuevo", nos advierte Navarro. Dicho esto, practicar sexo al aire libre nos genera deseo, placer y excitación sexual: "Nos proporciona una sensación de libertad y exhibicionismo... es lo más excitante que podemos hacer"... ¿Todavía te lo estás pensando?
6. No compararse con porno
Los gemidos que vemos en la pantalla no siempre son una representación exacta de cómo debería sonar un orgasmo. "Como ya sabemos, las películas, y en este caso las cintas porno, no son una representación de la realidad y nos generan falsas expectativas", recoge Vega.
No tienes que gritar para tener un orgasmo o hacerle saber a tu pareja que lo estás disfrutando. Conclusión: tenlos tal y como son, no los compares con los de nadie y olvídate de las películas.
7. Expresar lo que sientes
Es normal sentir cierto pudor al contarle a nuestra pareja lo que realmente nos preocupa, pero (como bien sabes) la base de toda relación es la comunicación y más si se queremos obtener ciertos resultados en la cama.
En este sentido, la psicóloga clínica nos propone concentrarnos en observar cómo nos sentimos y hablar en consecuencia: "También podéis rememorar vuestro último encuentro y compartir lo que más o menos os gustó".
8. Buscar tu punto G
“Si sientes la pared frontal de la vagina, en el lado ventral, a la distancia de uno o dos nudillos hacia dentro, darás con una zona de tejido rugoso que se dilata con la excitación”, explican Mantak Chia y Rachel Carlton Abrams, autores del libro ‘La mujer multiorgásmica’.
Estos dos expertos sexuales nos explican que el punto G no siempre es fácil de encontrar, pero la mayoría de las mujeres lo detectan más fácilmente cuando están excitadas, ya que puede hincharse hasta el tamaño de una moneda. “Cuando tu pareja o tú estimuléis tu punto G, la ‘necesidad’ de orinar puede dar paso a una sensación de plenitud, profunda y placentera”, detallan. Muchas mujeres alcanzan el orgasmo vaginal mediante la estimulación del punto G.
Fotos | Pexels