Estamos en pleno 2023 y eso de encontrar pareja no es una tarea nada sencilla. Podríamos pensar que en un mundo hiperconectado como en el que vivimos eso de buscar con quién compartir nuestra vida sería sencillo, porque además de los clásicos bares o cursos de cocina, ahora existe Instagram (se liga por ahí mucho más de lo que imaginamos) y las famosas aplicaciones de citas.
Pero eso de ligar vía Tinder y otras aplicaciones similares a estas es complicado. Ese buffet libre de gente a la que olvidas con un ligerísimo gesto del pulgar se aleja mucho del slow dating que deberíamos practicar para enamorarnos, pero aún así es una aplicación muy utilizada. Tanto que seguro que fue lo primero que le dijeron a Aitana y Shakira que se bajaran cuando rompieron con sus parejas.
La adicción a las aplicaciones de citas
El uso de este tipo de aplicaciones para ligar puede llegar a descontrolarse. De hecho hay expertos que aseguran que con el uso de estas aplicaciones podrían aparecer hábitos de consumo adictivos y abusivos. Tanto que según un estudio de Top Doctors y la Dra. Sandra Bravo Herrero, especialista en Psiquiatría en Mentalia Arévalo, 1 de cada 3 usuarios de aplicaciones de citas es adicto a ellas.
Tenemos más datos: 1 de cada 10 españoles usa alguna aplicación de citas y un 90% admite haberlo usado en horario laboral. Hay quien incluso afirma haberse “pasado Tinder” de tanto swipe.
Por qué las aplicaciones para ligar pueden ser adictivas
Si analizamos la situación desde el punto de vista psicológico y en palabras de Iria Reguera, psicóloga y redactora jefe de Trendencias, “es muy posible que alguien se vuelva adicto con estas aplicaciones por el refuerzo intermitente”. B.F. Skinner, uno de los psicólogos más importantes del siglo XX centró su trabajo en el condicionamiento y explicó en qué consistía el refuerzo intermitente: dar una recompensa cada cierto intervalo de veces que se ha dado una conducta.
Según el estudio de los psicólogos James Olds y Peter Milner, “The Functional Neuroanatomy of Pleasure and Happiness”, la incertidumbre de si obtendremos o no la recompensa (¿me devolverá el match?) genera más adicción que tener la garantía de recibir una.
Ahora bien, ¿por qué las apps de citas son aditivas? Digamos que tu cerebro es adicto a las recompensas y los diseñadores de tecnología lo saben. Según el informe de Top Doctors, hacer swipe y match libera dopaminas muy similares a las de las drogas, y eso genera una adicción.
Además del refuerzo intermitente se pueden presentar otros factores que favorezcan la dependencia, como la llamada “Parálisis de Elección” con la que pensaremos que siempre puede haber una opción mejor y pospondremos la toma de decisiones procrastinando.
Si a todo esto le sumamos que es una aplicación que es más que posible que descarguemos al quedarnos solteros (te damos algunos consejos para superar una ruptura), y que ese es un momento que quizá nos sintamos más vulnerables, ya tenemos el caldo de cultivo perfecto para que el refuerzo intermitente nos llene el ego.
Fotos | Pratik Gupta y Good Faces Agency en Unsplash
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