Las flores no son eternas, aunque la gente de LEGO nos intente convencer de lo contrario con su colección Botanicals. No es la única marca que quiere dar una vuelta de tuerca a las manidas flores, un clásico de San Valentín, y que nos propone un regalo (o autorregalo) que es una flor pero también mucho más.
“Esta joya única de Satisfyer te abre una nueva dimensión de experiencias sensuales con un diseño romántico, ondas de presión sin contacto y la revolucionaria tecnología Liquid Air”. Así es como se presentan los nuevos Pro 2 Blossom de Satisfyer, el nuevo succionador de clítoris con forma de rosa.
Probamos el Satisfyer Pro 2 Classic Blossom
Su diseño inspirado en la naturaleza es muy muy discreto. Tanto que podríamos dejarlo encima de la mesilla de noche y que la gente pensase que es un ambientador, por ejemplo. Cuenta con tecnología Liquid Air que imita la sensación del agua, y 11 intensidades de ondas de presión, aunque en un único modo.
Funciona igual que el Satisfyer más clásico, con un botón para aumentar y otro para disminuir la intensidad, y con el extra de un capuchón que se pone en la boca para cerrarla y que el movimiento se asemeje al del agua. Personalmente prefiero el movimiento clásico pero como todo lo que tiene que ver con el sexo, va en gustos.
Es suave y agradable al tacto, aunque tengo que decir que algo más incómodo por su tamaño. A diferencia del modelo más clásico, este es algo más grande (aunque mucho más corto), por lo que si te gusta como a mí usar los succionadores de clítoris con las piernas cerradas, será algo más complicado.
Pequeño y suave
Está fabricado con silicona y los Pro 2 Classic y Modern Blossom (las dos versiones de esta rosa) son resistentes al agua gracias a que tienen un acabado impermeable (IPX7).
Y aunque en la propia página web de Satisfyer dicen que este producto es para mujeres, lo cierto es que cualquier succionador de clítoris es un perfecto complemento para parejas que sí, pueden usar también los hombres por ejemplo en la punta del glande o en los pezones.
Una de las mejores ventajas que tiene frente a otros juguetes de la marca es que es más pequeño y tiene un tamaño perfecto para llevar de viaje, sin que la batería se resienta por el camino. Dura mucho, no tienes que preocuparte porque te vayas a quedar a mitad de camino en un orgasmo, y se carga muy rápido con un cable USB que se conecta con un imán al juguete.
Con un precio de 29,95 euros en Druni es el regalo perfecto para San Valentín, sobre todo porque tengamos o no pareja, disfrutaremos igual.
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Fotos | Anabel Palomares (Trendencias)
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