En versión extra larga o por encima de las rodillas, teñidas de color beige, piedra o camel, de patrón amplio o con un corte más ajustado, ajustadas a la silueta gracias a un cinturón con hebilla o con una sencilla lazada: las gabardinas son las piezas más versátiles de la temporada otoño-invierno. Cada año regresan con tanta fuerza al street style y al catálogo de la mayoría de firmas que han dejado de ser una tendencia para convertirse en una prenda infalible de cualquier fondo de armario sea cual sea tu estilo.
Sinónimo del clásico estilo británico, viajamos al pasado para descubrir el origen de esta prenda. Exactamente nos transportamos al año 1879 cuando Thomas Burberry inventó la tela de gabardina sin ser consciente de que marcaría un antes y un después en la industria de la moda. Aunque las constantes innovaciones del sector han conducido a esta prenda a vivir diversas reinterpretaciones -como las gabardinas de vinilo que arrasaron el pasado 2019-, los diseños de toda la vida nunca fallan.
Son fáciles de combinar, se adaptan a distintas situaciones y son perfectas para los días de otoño en los que la lluvia puede hacer acto de presencia en cualquier momento. Por suerte para las amantes de las gabardinas, el mercado nos ofrece una amplia gama de diseños y de precios entre los que realizamos una selección de siete modelos que nunca caducarán en tu colección.
Gabardina en sarga de algodón de H&M. 49,99 euros.
Gabardina en sarga de algodón
Gabardina de H&M. 39,99 euros.
Gabardina
Gabardina de H&M. 89,99 euros.
Gabardina
Gabardina en camel de Saint Genies en Asos. 105,99 euros, 77,99 euros.
Gabardina en camel de Saint Genies
Gabardina de Fashion Union en Asos. 82,99 euros.
Gabardina de Fashion Union
Gabardina larga de mujer en color camel de GAP en El Corte Inglés. 169,95 euros, 118,96 euros.
Gabardina larga de mujer en color camel
Gabardina clásica de mujer en color liso en EL Corte Inglés. 99,99 euros.
Gabardina clásica de mujer en color liso
Foto de portada | Imaxtree
Fotos | Imaxtree, Asos, H&M, El Corte Inglés