Las flores siempre son bienvenidas, así de sencillo. Son el regalo perfecto porque decoran y llenan de vida cualquier estancia en la que las pongamos. También el proceso de armar el ramo y escoger una u otra flor en función de su significado es muy bonito, tanto si el regalo es para otra persona como si es para nosotras.
Y es que las flores tienen también un componente emocional muy fuerte, estando comprobado científicamente que su presencia ejerce un efecto positivo sobre las personas. Precisamente por eso cuando nos regalan un ramo de flores (o incluso una sola flor) nuestra primera reacción es querer que duren para siempre.
Aunque técnicamente podemos secar cualquier flor, hay algunas cuyos resultados al secar son mejor que otras. Estas son tres de nuestras flores favoritas para secar:
Margaritas
Las margaritas además de ser muy bonitas frescas, secan muy bien por su estructura. Y este ramo de margaritas blancas nos encanta. Desde 37 euros.
Margaritas
Rosas
También las rosas secan muy bien. Y este ramo que combina también orquídeas es una apuesta tan diferente como bonita. Desde 67 euros.
Ramo rosas y orquídeas
Claveles
Los claveles también secan muy bien y este ramo combinado con rosas es sin duda un combo ganador. Desde 34,99 euros.
Ramo claveles y rosas
¿Cómo secar nuestros ramos de flores?
Secado al aire
La forma más sencilla de preservar nuestro ramo de flores es secándolo al aire. Lo primero que debemos hacer es preparar nuestro ramo, quitando las hojas que parezcan mustias y cortar el tallo a nuestro gusto. Después es tan fácil como unir nuestro ramo de flores con un hilo y colgarlo boca abajo en una zona oscura y seca pero con buena ventilación (para ello podemos utilizar por ejemplo algún armario o pasillo sin luz directa).
Lo ideal es colgar ramos de unas diez flores máximo, por lo que si nuestro ramo es grande podemos separarlo en varios ramilletes independientes. Las dejaremos ahí de dos a cuatro semanas aproximadamente (el tiempo varía en función del tamaño). Pasado este tiempo las flores estarán secas y listas para poner el cualquier jarrón. ¿El truco de experta? Rociar un poco de laca sobre el ramo para sellarlas definitivamente.
Secado con glicerina
La segunda opción para preservar nuestro ramo de flores -y nuestra favorita por su acabado satinado- es secarlo con glicerina. Para ello tenemos que mezclar en un recipiente suficientemente grande agua y glicerina a partes iguales.
Una vez tengamos hecha la mezcla introduciremos el ramo en la preparación y lo dejaremos en remojo unos cuatro días aproximadamente (durante este tiempo la glicerina sustituirá al propio agua de la flor). Pasados estos cuatro días lo sacaremos y dejaremos secar, hasta estar listas para poner en cualquier estancia. Eso sí, tendremos que tener bastante cuidado con ellas porque estarán frágiles.
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Fotografía de portada | @paulaordovas
Fotos | @paulaordovas, Interflora
