Adiós a María Branyas: todo lo que la ciencia ha descubierto gracias a esta supercentenaria que falleció a los 117 años

El material genético es muy importante pero también los factores ambientales y la dieta, según los expertos

Maria Branyas Legado
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El pasado 20 de agosto fallecía María Branyas, la que se consideraba la persona más longeva del mundo. El corazón de la anciana dejaba de latir a sus 117 años, tal y como anunciaba la familia en un comunicado de Europa Press, "como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor". De hecho, hacía unos días que su familia compartía a través de su cuenta de X algunos mensajes de María: "Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo", que, sin duda, parecieran una despedida.

La catalana vivía desde hacia 20 años en una residencia de Olot, en Girona, pero nació en 1907 en San Francisco. En 2023 se convertía en la persona más anciana del mundo tras la muerte de la monja francesa Lucile Randon a los 118 años.

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María Branyas Morera, la mujer que desde hacía un año era la persona más anciana del mundo y la octava más longeva de la historia, falleció en la madrugada de este lunes a los 117 años y 168 días, y en la mañana de este martes ha sido incinerada, ha confirmado la familia a EFE. "Se apagó durmiendo, que era lo que ella quería y lo que queremos todos", ha asegurado Rosa Moret, la hija pequeña de María, de 80 años. María Branyas murió sobre las seis de la mañana en la residencia Santa María del Tura de Olot (Gerona), en la que vivía desde hacía unas dos décadas. 📹 Cuenta de X de María Branyas gestionada por sus allegados 🔗 Más info en la web de @efe_noticias y en el link de la bio #noticiastiktok #tiktoknoticias #mariabranyas #anciana #fallecimiento #longevidad #gerona

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El legado de María Branyas

La super anciana deja un legado muy valioso para la ciencia y es que su caso llegó a ser estudiado por científicos expertos en longevidad. El investigador Manel Esteller, catedrático de Genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, fue el encargado de estudiar tanto su material genético como muestras de sangre, orina, saliva... de María y en algunas declaraciones a los medios, decía: "Cuando miramos sus células, vemos que son más jóvenes de lo que pone en su DNI". "Con personas como María se puede aprender muchísimo del envejecimiento, dar con los mecanismos que le han hecho vivir más que la media: genéticos, epigenéticos, ambientales, etc. Una mezcla adecuada que se ha conjuntado para hacer esa supervivencia tan avanzada", añade.

De hecho, con estas pruebas se llegó a determinar que su material genético tenía una edad biológica que parecía, al menos, una década menor a su edad cronológica. Esteller, que también estudió el árbol genealógico de la anciana, vio que en su familia también había una tendencia en alza de vivir un poco más ya que en ella había varias personas de 90 años.

María nunca tuvo ninguna enfermedad importante. A sus 117 años no padecía ni Alzhéimer, ni cáncer, ni ninguna enfermedad cardiovascular (que son las más típicas asociadas a la edad) sino solo la pérdida progresiva de la visión, el oído, la memoria... algo común en el envejecimiento, eso sí, sin afectar en ningún momento a sus facultades mentales, siendo consciente en todo momento de su extraordinaria historia, aunque eso “ le da igual, dice que de eso ella no tiene ningún mérito", explicaba hace unos meses su hija Rosa Moret a EFE. María incluso pasó el Covid sin tener ningún tipo de empeoramiento o secuela después.

Como decimos, este tipo de enfermedades son bastante comunes en personas hasta 50 años más jóvenes que María, por ello, “si bien es más probable contraer cáncer a medida que la edad avanza, a partir de los 80 la incidencia disminuye", señalan Manel Esteller en su libro Hablemos de cáncer (2018). Aunque el por qué de ello es todavía una incógnita para la ciencia, dicen en este artículo de National Geographic.

Manuel Esteller Libro

Pero, si hay algo en lo que los investigadores hacen hincapié es que la genética no lo es todo, y los factores externos como los hábitos de vida son decisivos en lo que se llama la epigenética, que se trata de el “estudio de los cambios que activan o inactivan los genes sin cambiar la secuencia del ADN, a causa de la edad y la exposición a factores ambientales (alimentación, ejercicio, medicamentos y sustancias químicas). Estos cambios modifican el riesgo de enfermedades y a veces pasan de padres a hijos”.

Como sabemos, según los últimos datos de esperanza de vida, cada vez son más los centenarios alrededor del mundo pero, el número disminuye considerablemente a partir de los 110 años y es que según la ciencia, es poco probable llegar a esa edad. Actualmente, "hay algo más de un centenar de supercentenarios en todo el mundo", según recoge este artículo, en palabras de Esteller, pero estos tienen la característica de que están 'excepcionalmente sanos', y precisamente ahí está la clave de los estudios y la investigación en el campo del envejecimiento.

Por lo que, podríamos decir que no hay un único secreto para una vida longeva sino que se trata de un cúmulo de varios factores que todavía hoy la ciencia sigue estudiando gracias a casos como el de María.

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