Una de las opciones con más historia y espectaculares para viajar por nuestro país por los enclaves donde se ubican es la red de Paradores de Turismo de España, aunque uno de ellos está en Portugal. En total son 97 Paradores y, todos ellos, tienen una característica especial que les diferencia de otros alojamientos: sus construcciones datan de siglos atrás y tienen mucha historia en su interior, de hecho, suelen ser castillos, monasterios o palacios.
Concretamente, te propongo visitar el Parador de Hondarribia por todas las características tan especiales que reúne, y que lo hacen único y encantador.
¿Por qué visitar el Parador de Hondarribia?
El Parador de Hondarribia está situado en el que fuera el Castillo de Carlos V, y su construcción es anterior al siglo X. Este estaba destinado a la defensa militar lo que explica sus grandes muros y altura, así como su ubicación, que se encuentra al pie de la desembocadura del río Bidasoa de la ciudad. Además, si tienes más de 60 años estás de enhorabuena porque visitar este Parador te puede salir por un precio muy económico gracias a las ofertas senior que puedes encontrar en algunas agencias de viaje.
¿Por qué te sorprenderá su construcción?
Nada más llegar parecerá que estás en un cuento y es que el maravilloso enclave donde se encuentra situada la fortaleza tiene una serie de características especiales que hacen del lugar un paraje mágico. Según indican en la propia web de paradores, las paredes del castillo están hechas de piedra inmensa y desnuda, y sus paredes están colocadas creando un patio encantador. A su alrededor, el castillo está rodeado por enredaderas verdes que enmarcan esta área tan pintoresca y que contrastan con los elementos decorativos como los arcos o forjados.
El encanto de Hondarribia
La ciudad de Hondarribia es un referente turístico de la costa cantábrica, lo que la hace muy atractiva para visitar, mientras pasas una estancia de ensueño en el Parador. Su casco histórico, sus calles con tintes medievales, la muralla en medio de la ciudad o su peculiar barrio de La Marina con sus coloridas casas, la hacen única.
Además, podrás probar la gastronomía del lugar tanto en el Parador, ya que siempre ofrecen una muestra de distintas variedades gastronómicas propias de la zona, y, si lo prefieres, también puedes seguir explorando la ciudad parándote a comer unos pintxos o reservar una mesa en alguno de sus restaurantes con vistas.
La combinación de la naturaleza con las enredaderas y el agua del río, junto con la elegancia de los elementos arquitectónicos, crea una atmósfera encantadora y agradable que invita a contemplar el lugar al mismo tiempo que te relajas tomando algo desde su terraza o paseando por sus jardines.
Eso sí, ten en cuenta que, debido a la conservación del carácter histórico del edificio su acceso peatonal tiene algunas dificultades así que si tienes algún problema de movilidad no te preocupes porque desde Paradores te informarán cuál es la forma más cómoda para poder acceder.
Fotos | Paradores
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