Aunque cada vez nos jubilamos más tarde y se estira el tiempo necesario para acceder a una pensión, lo cierto es que todos soñamos con ese momento dorado para poder olvidarnos del estrés del trabajo y disfrutar del tiempo libre. Aún así, a todos nos provoca inquietud si el sistema de pensiones actual se mantendrá o llegará a quebrar, si aumentarán los periodos de cotización o si aumentará la edad media de jubilación.
Al final, la pensión que cobre cada persona una vez cumplidos los requisitos para jubilarse dependerá de los años trabajados y de la base por la que hayan cotizado. Con esos datos, hay que intentar planificar la jubilación y la capacidad económica que tendremos en esa etapa de nuestra vida, comparando los ingresos y el nivel de vida que teníamos antes y después de retirarnos. Y una vez que hemos calculado la pensión que vamos a cobrar al jubilarnos, la tasa de sustitución o de remplazo es un indicador muy práctico para saber la pérdida de poder adquisitivo que vamos a sufrir y si podremos darnos caprichos como irnos a vivir a la que es una de las mejor ciudades del mundo para jubilarnos según la revista Forbes.
Qué es la tasa de sustitución
La tasa de sustitución es una tasa que mide cómo el sistema de pensiones mantiene el poder adquisitivo de los jubilados al sustituir su sueldo como trabajador por la pensión de jubilación. O dicho de otra manera, el porcentaje que supone la pensión de jubilación sobre el último sueldo percibido durante nuestra etapa laboral. Si sólo nos referimos a pensión que cobramos desde la Seguridad Social, entonces estaremos hablando de la tasa de sustitución pública.
Esta tasa se calcula dividiendo el importe de la pensión entre el último sueldo y multiplicándolo por 100 para obtener un porcentaje que representa el porcentaje del salario que se cubre con la pensión. Evidentemente, cuanto mayor sea el porcentaje, mejor que mejor.

Por ejemplo, si el último salario de un trabajador fue de 1.000 euros por poner una cifra redonda, y le corresponde una pensión de 700 euros, la tasa de sustitución sería del 70%. De esta manera, la persona jubilada habrá perdido un 30% de su poder adquisitivo con respecto a cuando estaba en activo.
En caso de que la persona cobrara 1.500 euros, y le queda una pensión de 1.200 euros, tendrá una tasa de reemplazo del 80%. Si te jubilas antes de tiempo al cumplir los 63 años, esa pérdida de poder adquisitivo será mucho mayor al tener que hacer frente a los coeficientes reductores que buscan desincentivar las jubilaciones anticipadas.
Dado que la pensión siempre es inferior a lo que se cobra cuando la persona todavía trabaja, es fundamental contar siempre que se pueda con planes de pensiones privados que compense la pérdida de poder adquisitivo.
Según el informe Pensions at a glance, elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la tasa de reemplazo del sistema de pensiones español estaba situado en 2021 en el 89%. Dos años antes, en 2019, se aproximaba al 83%. En dos países donde la población se jubila más tarde que en España, Italia y Dinamarca, la tasa está en el 82% y en el 84% respectivamente.
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