El blanco y negro sigue reinando la calle. ¿Necesitas más pruebas?

Me repito más que el ajo, I know, pero es que hay veces que por mucho que lo repita no se nos mete en la cabeza (o al menos a servidora). De nuevo un post/ejemplo de que el blanco y negro un año más sigue conquistando las calles y deja de ser un uniforme de trabajo sin mucha vida. Aunque sean colores primarios, ambas tonalidades juntas tienen mucha fuerza y rompen con la sosería, lo aburrido y todo lo que no mole en el mundo de la moda. Y la calle da fe de lo que digo. ¿Necesitas convencerte más?

Lo mejor de todo es la facilidad con la que podemos lucir esta tendencia: ¿quién no tiene algo blanco y allgo negro en el armario? Voilà, ya lo tenemos hecho. Eso sí, las prendas tienen que tener una calidad, pues el blanco es un tono delicado que muchas veces por arte de magia se convierte en gris... Y eso ya no mola (y cambia el resultado).

Para los días de hoy lo mejor es lucir botines, pantalones polipiel y jersey grueso de lana. Y Aida de Dulceida sabe de lo que hablo, pues su look mola pero a la vez no te conlleva a pillar el catarro más bestia de la historia de los catarros.