Internet ha supuesto una verdadera revolución en todos los campos, y la moda no se ha visto excluida de ella. Tiendas online en las que comprar comodamente desde tu casa un vestido de Lanvin de más de dos mil euros si los tienes claro o la camiseta que viste en Zara pero que dejaste no sabes bien por qué, desfiles retransmitidos en streaming que permiten ver en directo el ambiente, oír la misma música que está oyendo Anna Wintour y ver relativamente bien las propuestas del diseñador (para verlas en HQ no hay más que esperar un par de horas).
Y después está la revolución de la calle, la del street style, la de las fotos de gente estilosa, curiosa, diferente,... que en un tiempo record pasó de inspirarse en las tendencias de las pasarelas a ser la inspiración de estas.
Hay blogs de street style de todo tipo, y sea cual sea tu estilo encontrarás uno que satisfará tus expectativas.
Scot Schuman, The Sartorialist, abrió el suyo en 2005 y hoy es uno de los bloggers más importantes del mundo. El periódico inglés The Guardian lo sitúa en el puesto número 20 de su lista de los 50 blogs más influyentes de cualquier campo y tema.
Pero el problema de este tipo de blogs es, como en casi todo, el contenido. Dando por supuesto que las fotos tienen que tener una calidad mínima, no basta con salir a la calle y parar a cuatro o cinco personas y sacar fotos a su look. Hay que tener un criterio y unos estándares mínimos de calidad y hoy por hoy, brillan por su ausencia sobre todo en las galerías de street style que realizan las revistas de moda española, que han entrado en una vorágine imparable de crear contenidos con los que saciar las necesidades incesantes de sus consumidores en web, que llegan a través de distintos canales: facebook, twitter, tuenti, o la propia web.
Y lo que empezó como una interesantísima forma de ver a través del ojo de alguien como otras personas eran capaces de combinar exitosamente (o no) una prenda que tenías en tu armario, o como se puede ser elegante y usar ropa favorecedora sin medir un metro ochenta o pesar 45 kilos, se ha convertido por culpa de esta falta de criterio al hacer fotos justamente en lo que no es interesante: chicas recién salidas de la adolescencia con cuerpos fantásticos, vestidas de arriba a abajo de tiendas low cost, con Zara a la cabeza, y unas Wayfarer de Rayban para completar el look.
De un tiempo a esta parte y sobre todo desde que se ha convertido en una celebridad mucha gente es muy crítica con The Sartorialist, pero para mí sigue siendo interesante porque a pesar de tener acceso a las pasarelas más importantes y fotografíar a las grandes editoras de moda a la puerta de los desfiles, no ha dejado de hacer fotos a hombres de estilo dandy, a chicas subidas en bicicleta por las calles de Nueva York o a obreros con sus monos de trabajo. Y aunque en su blog puedes encontrar a verdaderas bellezas, también hay mujeres de más de 40 años que bien merecen una foto por su estilo.
Si la mayor baza del street style era demostrar que el estilo y la elegancia se puede encontrar en cualquier momento, en cualquier edad y en cualquier persona y que sólo hay que tener un buen ojo para localizarlo, centrarse en chicas casi adolescentes (o en compañeras de la revista o de agencias de comunicación con las que trabajan, algo a lo que también son tremendamente aficionados) no me parece la mejor opción.
Fotos | lookbook.nu
En Trendencias | ¿Cuánto dinero hay detrás del streetstyle?
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