La tecnología deepfake permite, ayudándose de inteligencia artificial, sustituir la cara de una persona por la de otra, como si de una máscara digital se tratara, para que haga y diga cosas que en realidad nunca se han producido.
Esto tiene muchas aplicaciones. Puede utilizarse para el humor como demostró el vídeo viral en el que la actriz Jennifer Lawrence hablaba con la cara del actor Steve Buscemi en la entrega de los Globo de Oro.
I've gone down a black hole of the latest DeepFakes and this mashup of Steve Buscemi and Jennifer Lawrence is a sight to behold pic.twitter.com/sWnU8SmAcz
— Mikael Thalen (@MikaelThalen) January 29, 2019
Incluso puede servir para fines artísticos y educativos como insuflar vida al mismísimo cuadro de La Mona Lisa.
— Archillect (@archillect) June 26, 2019
Sin embargo, esta tecnología es más conocida por el mal uso que puede dársele para desinformar con vídeos falsos de políticos y otros personajes públicos o generar porno sin el consentimiento de las personas implicadas, con imágenes sintéticas que engañan completamente al ojo.
Para ello solo es necesario poseer unas cuantas imágenes de la persona que se quiere simular en vídeo y utilizar un software llamado FakeApp. Se trata de una tecnología que está evolucionando rápidamente y, aunque a día de hoy todavía es mejorable, la tendencia en herramientas de creación de deepfakes es a simplificarse cada vez más su uso.
Un caso muy reciente del mal uso que se le puede dar y de los estragos que puede llegar a ocasionar lo encontramos en la, ya clausurada, app DeepNude.
Mientras que los vídeos de deepfakes tardan horas en renderizar, esta aplicación permitía subir la imagen de una mujer con ropa y, en cuestión de segundos, crear una nueva de la misma persona desnuda.
La plataforma ofrecía resultados bastante realistas y estuvo disponible hasta ayer a través de su web para Windows y Linux. Para usarla no se requería ningún tipo de conocimiento ya que era el algoritmo el que se encargaba de todo.
Es, precisamente, en este algoritmo donde se encuentra la principal muestra de cómo este tipo de tecnología se usa de forma sexista en el porno. Y es que DeepNude únicamente funcionaba con mujeres. Algo que, según explicó uno de sus creadores en una entrevista con Vice, se debía a que es mucho más fácil encontrar fotos de mujeres desnudas en Internet que de hombres.
La polémica app tuvo tal éxito que desbordó a sus propios artífices, quienes han contado en un comunicado cómo la crearon por diversión y que han decidido clausurarla por problemas con el servidor y porque no creen que "el mundo esté preparado para ella".
No obstante, también advierten de que es posible que las 500.000 personas que ya se habían bajado la aplicación la puedan seguir distribuyendo de forma pirata.
Fotos |Unsplash y Xataca.