Si a dos meses de que termine la segunda década del siglo XXI te sientes estafada por las falsas promesas del cine ciencia ficción de un futuro en el que los coches se desplazan por el aire, puede que eso cambie muy pronto. Y es que Uber ha anunciado que está trabajando con la NASA para que los taxis voladores sean una realidad en 2023.
Juan Galiardo, director de Uber en España, lo confirmaba recientemente en una presentación de la empresa de transporte en Madrid. Los primeros trayectos se producirán en Los Ángeles y Dallas, aunque el objetivo es llegar a todas las grandes metrópolis.
Reducir la congestión de las carreteras y acelerar, de este modo, el tiempo que toma un desplazamiento corto dentro de la ciudad es la principal baza del servicio.
Otras ciudades que la empresa ha barajado incluir en el proyecto son Tokio y Osaka en Japón; Bombay, Delhi y Bangalore en India; Sídney en Australia; Río de Janeiro en Brasil y París en Francia. Ciudades con una densidad de población de más de dos millones de personas.
Aunque Uber Elevate no empezará a estar disponible para los primeros clientes hasta dentro de tres años, ya tiene tiene su antecedente dentro de la misma empresa. Desde el pasado mes de junio es posible reservar con su app viajes en helicóptero entre el aeropuerto JFK en Nueva York y Manhattan. Tienen un precio de 200 dólares y hacen en 8 minutos un trayecto que en coche puede extenderse hasta las dos horas, si hay atasco.
Para ello, además de desarrollar los vehículos, están en conversaciones con la NASA para ordenar el tráfico aéreo urbano por debajo de los 3.000 metros. Esto se debe a que por encima existe una regulación estricta los aviones comerciales.
Según la empresa de transporte, estos "taxis voladores", de los que ya se conoce qué aspecto tendrá con sus primeros prototipos, volarán a unos 240 kilómetros por hora. Serán eléctricos y tendrán que recargarse cada 96 kilómetros.
Fotos | Uber.
