La llegada de Mango a la calle Serrano de Madrid ha sido como un parto, lento pero con final feliz. Después de más de una decena de meses viendo cómo el edificio se transformaba de manera radical ha llegado el día, desde mañana la tienda estará abierta para todos los públicos, pero nosotros hemos podido pasearnos y descubrir cada rincón de este increíble megastore.
Mango desembarca así en una de las calles más importantes de la ciudad, donde Zara, su principal competencia, ya está presente desde hace unos años con su tienda icónica.
2.000 metros cuadrados de tienda que se convierte en uno de los puntos de venta más importantes para la firma española, cuatro plantas en las que están presentes todas las lineas de colección. Esto supone un antes y un después en la marca, ahora las tiendas respiran esa nueva era que ya están consiguiendo con las campañas y las colecciones más especiales que desarrollan en la actualidad. Como novedad importante encontramos un gran patio con esculturas de acero corten donde las prendas lucen más que en ningún otro sitio, un lugar perfecto para desconectar después de descubrir todas las propuestas.
La tecnología no podía faltar y es que hoy en día todo gira entorno a ella, es en esta tienda donde primero se han implantado los probadores virtuales donde se puede elegir cualquier talla que se necesite y un dependiente la llevará de manera rápida, algo tan cómodo que dentro de poco se extenderá a muchas más tiendas de Mango en el mundo. La tienda cuenta con wifi y por supuesto se puede pagar a través del móvil. El tono blanco se adueña de la nueva imagen de las tiendas, algo que favorece muchísimo a las prendas que anteriormente se veían opacadas en cierta manera por ese tono color sepia.
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