Cada vez son más las mujeres que deciden ser madres solteras en España, una realidad que se suma a los diferentes modelos de familia que existen en la sociedad actual. Actualmente no hace falta tener una pareja para poder ser madre y muchas mujeres toman esta complicada pero bonita decisión.
Hace años esta opción era sólo posible a través de una clínica privada pero ahora también existe la oportunidad de hacerlo en la Seguridad Social. Hablamos con Patricia Fernández, una madre soltera que nos cuenta su experiencia en primera persona y cuya elección ha sido la mejor decisión de su vida.
Quiero ser madre
La decisión de ser madre muchas veces depende de varios factores, como la condición económica, laboral y sentimental. Patricia siempre había tenido claro que quería ser madre. Ella conoció al padre ideal, a la pareja ideal, a su mejor amigo... pero no eran la misma persona, así que "me planté en los 35 y pensé (animada por mi padre) que sería más sencillo si lo hacía sola". Así que comenzó el proceso. Hace 11 años la Seguridad Social no prestaba este servicio ni a madres solteras, ni en pareja si eran homosexuales, ni a parejas heterosexuales si ya tenían un hijo, así que Patricia no tenía más opción que una clínica privada.
Comenzó el tratamiento en el IMF (Instituto Madrileño de Fertilidad), hace 10 años el precio estaba en torno a 3.000 euros e incluía dos intentos. Por supuesto hay que tener cierto colchón económico para poder realizarte este tratamiento. Actualmente en clínicas como IVI gira alrededor de los 10.000 euros.
Cuando eliges donante, hay dos perfiles: genotípico y fenotípico. "El primero garantiza, hasta dónde se puede, que es sano, sin enfermedades, malformaciones, translocaciones cromosómica, es decir, todo genético. Y el segundo, son las características físicas. En este caso puedes elegir hasta las orejas de soplillo...pero esas ya las ponía yo (risas)".
Opción de la Seguridad Social
Para aquellas mujeres que quieran ser madres solteras y no puedan económicamente, actualmente existe la opción de la Seguridad Social. La lista de espera es inmensa, de 1 a 2 años, y los requisitos son los siguientes:
- Edad límite de 40 años para los tratamientos
- Problemas para concebir. Las mujeres solteras entran directamente por la falta de pareja masculina, pero igualmente se realizan analíticas y ecografías
- Ausencia de hijos
- Uso del esperma: se recurre a bancos de Semen de donantes privados
- Número de ciclos: el número de ciclos suele variar dependiendo de cada comunidad autónoma, pero en general es un máximo de 6 intentos para inseminación artificial con semen de donante y un máximo 3 ciclos en fecundación in vitro
- Enfermedades tipo VIH o Hepatitis C es un obstáculo
- Pruebas especiales: hay ciertas pruebas que la mayoría de los centros de la Seguridad Social no cubren debido a su elevado coste como la Ovodonación en el tratamiento de fecundación in vitro o el diagnóstico genético preimplantacional DGP.
El embarazo siendo madre soltera
El embarazo es una etapa muy bonita para las mujeres, especialmente si todo va bien. Este es el caso de Patricia, que todo fue de maravilla, unos meses sin complicaciones, una etapa tan feliz que jamás echó en falta a una pareja. "Cogí la baja muy tarde y sólo fui a dos clases de preparación al parto. La verdad que no eché de menos una pareja, de hecho muchas chicas iban con su madre o hermanos de pareja. No es necesario llevar al padre, así que no eché de menos esa figura".
Y llegó un nuevo miembro a la familia
Tras nueve meses de espera llegó el gran día en el que te das cuenta que nada va a volver a ser como antes y donde tu libertad e independencia han terminado. Una nueva realidad y una nueva vida. "En mi caso, criar al bebé fue sencillo, si algo se puede considerar sencillo en esta situación. Comía bien, dormía bien, no se ponía malo. Era como llevar continuamente a un perrete pegado a ti. Es cierto que todas las situaciones son nuevas (para los dos) pero yo me he dado mucha cancha y a él también. Los niños necesitan cariño y tiempo, el resto te lo dan ellos a ti".
Lo mejor y peor de ser madre soltera
Como todas las historias hay una parte positiva y otra más complicada por no llamarla negativa. Para Patricia lo mejor es que no discute con nadie: "yo soy la que toma las decisiones y la que carga con las consecuencias, para lo bueno y para lo malo".
Lo peor es sin duda la logística. Patricia trabaja como responsable de Marketing de una empresa multinacional y tiene jornada reducida pero su día a día es un no parar. "Cuando quieres estar, hacer, organizar todo sin ayuda, acabas derrapando, física y mentalmente. Acabas aprendiendo a priorizar y a darte más cancha todavía". Mi día a día es complicado. Me levanto a las 6:30h porque tengo que dejar las cosas de casa hechas, llevo al niño al cole, salgo a las 15h de trabajar y las tardes son para actividades extra escolares, compra, comida, cena, deberes..."
Una experiencia para repetir
Ser madre soltera es duro, sí, un poquito más que con pareja, por eso de compartir tareas (aunque en ocasiones no sea así). A todas esas mujeres que quieran ser madres solteras, Patricia las anima a ello: "que lo piensen bien y que lo intenten. En esta vida solo te puedes arrepentir de lo que no has intentado".
Alex ya tiene 11 años y es un niño completamente feliz. Él sabe que su madre es madre y padre a la vez, sabe la historia al completo y nunca ha sido un problema. Patricia lo tiene claro, pasados estos años: "repetiría sí... pero más joven. Con la edad que tengo actualmente ni me lo planteo, pero sabiendo lo que sé, probablemente hubiera empezado antes y tenido otro por lo menos".
Fotos | iStock, Unsplash
Ver 1 comentarios