Aunque la ciudad del mundo con más bienes Patrimonio de la Humanidad la tengamos aquí mismo en España, hay otras maravillas repartidas por Europa que son dignas de visitar. Sobre todo, teniendo en cuenta las miles de fortalezas y castillos en óptimo estado de conservación por las que es famoso el llamado viejo continente. Entre ellos se encuentra el castillo de Malbork, la mayor construcción en ladrillo del mundo y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997.
El Castillo medieval de La Orden de Los Caballeros Teutones, por su nombre completo y oficial, bien merece un viaje al norte de Polonia. Más concretamente, a la ciudad de Malbork, que es donde se ubica el que está considerado como uno de los ejemplos más destacados del estilo gótico báltico.
Fue construido como una fortaleza militar de la orden de los Caballeros del Hospital de Santa María de los Alemanes, más conocida como “de los Caballeros Teutónicos”. Se trata de una orden nacida en el siglo XII en Tierra Santa para ayudar a los peregrinos alemanes enfermos o heridos. Aunque acabaría convirtiéndose en una orden religiosa y militar siguiendo el modelo de los templarios en 1191, cuando pasó a ser de autoridad exclusiva del Papa.
Diego Delso
No obstante, este impresionante castillo no se construyo hasta los siglos XIII y XV. Aunque fue prácticamente destruido en su totalidad por los rusos tras la Segunda Guerra Mundial por haber sido un escenario nazi durante la invasión de Alemania a Polonia. No obstante, dejando a un lado este punto oscuro de su historia, originariamente el castillo sirvió como cuartel general de la mencionada orden y residencia.
Así, el complejo cumplía funciones administrativas, defensivas y residenciales, convirtiéndose en el centro neurálgico del Estado Monástico de los Caballeros Teutónicos y constituyendo la fortaleza más poderosa de la Europa del siglo XIII. Por cierto, que la orden todavía existe en la actualidad, tiene su sede en Viena y se dedica a obras de caridad.
Diego Delso
El castillo se divide en tres partes: el castillo bajo o antecastillo, con el arsenal y la iglesia de San Lorenzo; el castillo medio, donde se realizaban las actividades seculares y los intercambios con el mundo exterior, y el castillo alto o monasterio, el más antiguo, que está reservado a los miembros de la orden.
Actualmente, se puede visitar el complejo de forma libre de lunes a domingo. La visita incluye acceso a todas las zonas del recinto y se puede realizar con audioguía o con guías locales. Además, desde mayo hasta mediados de septiembre, se ofrece un espectáculo diario de luz y sonido (menos los jueves) y también hay visitas nocturnas durante los meses de verano.
Diego Delso
La duración media de la visita es de 3 horas y la entrada tiene un precio de unos 15 euros al cambio. Aunque si se dispone de tiempo suficiente, es recomendable también dar un paseo en barco por el río Nogat para admirar las majestuosas vistas del castillo desde el agua.
Foto de portada | Dominio publico
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