Lo bueno de vivir en Europa es que no hay que irse muy lejos para encontrar destinos de ensueño que nos hagan sentir en otro planeta. De hecho, aunque las grandes capitales como Roma, París o Londres se lleven la fama, los verdaderos tesoros del viejo continente son pequeños y retro. Lo sabemos bien todos los que, cansados del turismo de masas, vamos este otoño en busca de destinos con alma, como los que te contamos a continuación. Todos ideales para aprovechar los puentes y fines de semana largos que nos trae noviembre y diciembre.
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Perast (Montenegro)
Luka Vukcevic
El pequeño pueblo de Perast, en la bahía de Kotor, es uno de los lugares más visitados de Montenegro porque lo merece. Su belleza se la debe, en gran parte, a un casco histórico bien conservado que guarda la esencia de las antiguas villas marineras venecianas. De hecho, esta antigua villa de pescadores formó parte del imperio de Venecia en su esplendorosa Edad Media.
La cantidad de antiguos palacios y de iglesias que visitar en este pueblo de Montenegro puede llevar a ser abrumadora. Para variar, es muy recomendable recorrer su paseo marítimo, asomarse a alguno de sus miradores y hacer una visita a la pequeña isla artificial que se ubica justo en frente: la Isla de Nuestra Señora de la Roca, cuyos cimientos se hicieron una mezcla de antiguos barcos y piedras.
Funchal (Madeira)
Barceló Funchal Oldtown
Situada en una bahía con forma de anfiteatro natural y bañada por el Atlántico en la costa sur de la isla de Maderia, Funchal combina un ambiente cosmopolita con una estrecha relación con la naturaleza. Desde el mar hasta la montaña ofrece muchas actividades, además de que la temperatura generalmente varía durante todo el año de 12 °C a 24 °C y rara vez baja a menos de los 10 °C o sube a más de los 26 °C.
Funchal ofrece una variedad de escenarios que van desde los más recónditos miradores con vistas impresionantes, hasta jardines botánicos o tropicales impecablemente cuidados, así como edificios históricos. Es ideal para explorar sin rumbo, dejándose llevar por todos los estímulos que aparecen.
Brasov (Rumanía)
Andreea Juganaru
Brasov es tan bonito y tiene tal cantidad de lugares de interés histórico que ha sido escenario de varias películas de época. Se ubica justo en el centro de Rumanía y en medio de los bosques de Transilvania, que se ponen de un rojo precioso en otoño. Sus espectaculares monumentos abarcan desde el estilo Gótico hasta el Barroco y pasando por el Renacentista.
Por lo demás, es un pueblo pequeño, casitas de colores y calles estrechas y adoquinadas en las que es fácil encontrar puestos de trolls y chocolate caliente. Así mismo, es un destino barato en el que se come bien y desde el que se pueden hacer excursiones a castillos cercanos que son increíbles.
Piran (Eslovenia)
Leonhard Niederwimmer
En la frontera de Eslovenia con Italia se encuentra esta pequeña ciudad marinera que es la más bonita de toda la costa eslovena. De hecho, recuerda mucho al bellísimo Cinque Terre italiano. En resumen, es una pintoresca ciudad mediterránea adornada por los restos de una muralla medieval y una iglesia con vistas inmejorables. Y es que su casco antiguo se conserva en perfecto estado.
No obstante, la ciudad invita a visitarla por diversos motivos: su arquitectura, su museo marítimo, el acuario, oferta gastronómica y atractivos naturales como caminos para senderistas, ciclistas y amantes de los paseos a caballo. Aunque Piran es, sobre todo, famosa por sus salinas. El agua y el fango de sus salinas se han utilizado desde siempre en baños y tratamientos.
Lapurdi (País Vasco francés)
Julen Ruiz Luzuriaga
Aunque, técnicamente, seguimos en España, el País Vasco Francés también puede computar como destino extranjero europeo. Todo este territorio es una auténtica pasada aunque recomendamos especialmente los pueblos de Lapurdi. Antiguamente, fue punto de encuentro de pescadores, mercaderes y piratas, hoy es uno de los lugares más bonitos de todo Euskadi, que ya es decir.
La región se beneficia de los privilegios del mar y la montaña pirenaica. Bayona es su capital pero no tienen nada que envidiarle otros pueblecitos como San Juan de Luz, Biarritz, Hendaia o Donibane Garazi, entre otros. Restos medievales espectaculares, naturaleza verde y la mejor gastronomía.
Foto de portada | Voicu Horațiu
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