Italia es uno de los países más bellos del mundo así que no es de extrañar que sea también uno de los más visitados. Sin embargo, pocos conocen este pueblo fantasma que no suele aparecer en las guías turísticas. Se trata de Craco, que no solo destaca por lo interesante de que esté abandonado sino que cuenta una trágica historia que merece la pena ser escuchada.
Los griego que huían de la malaria
A 400 metros de altura, ubicado en una montaña de la provincia de Matera (en la región de Basilicata, Italia) se encuentran las ruinas de un pueblo que se enfrentó a una sucesión de tragedias que obligaron a sus habitantes a huir para sobrevivir. Aunque en la actualidad sigue en pie, pocos son los que pueden visitarlo por el peligro de derrumbe.
Para llegar hasta él, primero hay que atravesar muchos kilómetros entre las montañas en coche. Debido a su altitud, a medida que te vas acercando, ya te recibe la impactante imagen de su solitario centro histórico arriba y a lo lejos.
No obstante, Craco no siempre fue un escenario apocalíptico. Aunque su origen no está claro, los historiadores se decantan por que fue fundado al borde del acantilado por un grupo de antiguos griegos que escapaba de la malaria allá por el 540 e.c.
El problema es que este asentamiento griego fue escenario de varias batallas en las que italianos y franceses le disputaron el territorio a Grecia. De hecho, en sus primeros años de existencia, el Imperio Romano logró apoderarse de Craco. Aunque, realmente, no recibiría este nombre hasta mucho después.
Los años de bonanza y esplendor
Fue alrededor del año 1060, cuando quedó bajo la supervisión del arzobispo Arnaldo de Tricarico y los monjes basilios se propusieron hacer crecer el pueblo y construir una bonita villa.
Sus habitantes vivían de la agricultura y la ganadería. A medida que el número de habitantes iba aumentando, se empezaron a construir muchas de las edificaciones medievales que siguen en pie en la actualidad. Entre 1154 y 1168 se tiene registro del primer señor feudal del lugar.
Durante este período feudal, el pueblo llegó a contar con 2500 habitantes y se construyó el centro histórico que le da ese encanto de cuento a Craco. Sin embargo, en 1220, Federico II de Hohenstaufen (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico) lo convirtió en un centro militar estratégico durante la Sexta Cruzada.
El principio del fin
Después de Federico II, Craco quedó desprotegido y a merced de sus habitantes. Así que fue saqueado en muchas ocasiones y durante años por bandoleros organizados, dando comienzo a la paulatina debacle de Craco. No obstante, al pueblo todavía le esperaban más eventos trágicos...
En julio de 1807, el pueblo fue atacado durante la ocupación napoleónica. Los conquistadores llegaron para robar los bienes de du ciudadanos y asesinaron a todos los señores acusados de manifestarse en su contra. Esto volvió a provocar una oleada de migraciones de sus habitantes a otras ciudades mejor protegidas por las fuerzas reales.
50 años más tarde, tras la unificación de Italia, Craco volvió a ser invadida por el ejército del brigadista Carmine Crocco. Este cumplía las órdenes de Francisco II, rey de las Dos Sicilias y el último de los reyes Borbón de Nápoles. Sin embargo, a pesar de toda la muerte y el sufrimiento que provocaron los conflictos bélicos, no acabaron suponiendo el final del pueblo.
La estocada final
Alrededor de 1892, los habitantes comenzaron a sufrir temblores y las consecuencias de los mismos. Y es que el pueblo se sitúa en una colina de arena y arcilla que la hace completamente inestable durante los movimientos de la tierra. Así que, debido a su ubicación, cualquier fenómeno climático como la lluvia o el viento podía generar un temblor.
Los historiadores creen que muchas de su construcciones se destruyeron por este motivo entre 1892 y 1922, cuando se produjo el éxodo de casi 1500 habitantes. Para rematar, y terminar de espantar a los que habían decidido quedarse, la tierra dejó de dar la producción de tiempos pasados y tuvo lugar una grave hambruna.
Fue en 1975 cuando el sitio quedó abandonado. Desde entonces, los terremotos han seguido sucediéndose y degradando, cada vez más, Craco que se cree que acabará desapareciendo por completo algún día. Aunque, de momento, se ha usado como escenario de cine, apareciendo en 'La Pasión de Cristo' (2004), 'James Bond Quantum of Solace' (2008) y en varias escenas la serie 'Saving Grace' (2007).
Foto de portada | Chiara Baldassarri
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