Atalayada en lo alto de una meseta que parece cortada a cuchillo por el desfiladero del río Guadalevín, se encuentra Ronda. Una fantasía a solo 100 kilómetros de Málaga y la tercera ciudad más visitada de Andalucía. No le falta ni belleza ni historia para serlo. Por allí han pasado celtas (que fundaron Arunda en el siglo VI a. e. c.), fenicios, romanos, árabes y cristianos. Ahora solo quedas tú porque el lugar es una maravilla para escapadas.
Ronda hay que verla in situ, al menos una vez en la vida. Washington Irving, Prosper Mérimée y Paul Gustave Doré fueron autores que relataron sus viajes por esta localidad milenaria en el siglo XIX, consiguiendo romantizarla. Incluso Rainer Maria Rilke se instaló allí dos meses, ya en el siglo XX, rebautizándola como “ciudad soñada”.
"He buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda… No hay nada más inesperado en España que esta ciudad salvaje y montañera", escribió el poeta checo sobre esta ciudad amurallada envuelta en leyendas de bandoleros y toreros. Te contamos los puntos clave a visitar en una escapada para que se despierten en ti estos mismos sentimientos.
Puente nuevo
Sin duda, su símbolo más universal es el impresionante Puente Nuevo, que comunica la ciudad vieja con la nueva sobre un abismo de 100 metros de profundidad. Terminado en 1793, el vértigo que produce asomarse al cruzarlo es el mismo en la actualidad.
Plaza de Toros de Ronda
Ronda es la cuna de la tauromaquia moderna así que no es de extrañar que se encuentre aquí el coso taurino más antiguo y monumental de España. Data de finales del siglo XVII y es una elegante plaza en la que cada septiembre, desde 1954, se celebra las célebres corridas goyescas se han qudado atrapadas en la época de este pintor.
Puerta de Almocábar
Al sur de Ronda, en el barrio de San Francisco, se encuentran los restos de las murallas musulmanas y la gran Puerta de Almocábar. Data del siglo XIII y era el acceso a la ciudad desde el sur en tiempos árabes. A los pies de la muralla, también encontramos los baños árabes de Ronda. Un hammam del siglo XIII que es el mejor conservado de época árabe de toda la Península Ibérica.
Palacio de Mondragón
Este palacio mudéjar-renacentista fue la residencia de los reyes andalusíes de la Taifa de Ronda y, posteriormente, de los gobernadores del reino nazarí de Granada... hasta que los Reyes Católicos tomaron la ciudad en 1485. Actualmente lo ocupa el Museo Arquelógico Municipal de Ronda, que merece la pena visitar para pasearse por sus bellos patios interiores.
Casa del Rey Moro
Aunque los viajeros no pueden acceder a esta casa neomudéjar del siglo XVII, tiene unos preciosos jardines aterrazados obra del paisajista francés Forestier en 1923. Además, desde el jardín Desde el jardín, unas escaleras de vértido permiten descender hasta la orilla del Guadalevín. Y es que la casa se encuentra ubicada al filo de la garganta del río.
La Alameda del Tajo
Este paseo arbolado de principios del siglo XIX tiene ejemplares de hace más de 200 años y se asoma al famoso Tajo o desfiladero de Ronda con espectaculares vistas de la Serranía. El mejor punto es el llamado Mirador del Coño, llamado así poruqe esa es la primera palabra que suelen decir quienes se asoman a él.
Iglesia Santa María la Mayor
Levantada sobre la antigua mezquita mayor de Ronda, esta iglesia del siglo XIV conserva todavía elementos árabes como restos del mihrab. Es de estilo gótico aunque destacan elementos de épocas posteriores como el coro renacentista o el retablo barroco de la Virgen del Mayor Dolor.
Además la gastronomía tradicional local es otro monumento en sí. Así que, después de patearse Ronda y hacer estómago, nada como desplazarse a la Plaza del Socorro y las calles aledañas para tapear en sus múltiples terrazas.
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