El País Vasco siempre es un buen plan y los miembros de Viajes National Geographic lo han tenido en cuenta al elaborar su lista de los 100 pueblos más bonitos de España coronando su lista con el alavés Laguardia, una villa capaz de trasladarte a la Edad Media nada más pisar sus calles. Eso sí, solo por su arquitectura, las comodidades son las del siglo XXI.
Laguardia, un rincón de Álava donde es buena idea perderse
Si estás buscando una escapada en pareja, con amigas, en familia o por tu cuenta para hacer antes de Navidad, Laguardia es una buena parada, aunque si te somos sinceras sería nuestra respuesta vayas en la época del año que vayas, porque siempre merece la pena perderse por sus calles para desconectar y encontrarse.
Este rincón del País Vasco se ubica en la comarca conocida como La Rioja Alavesa y antes de atravesar sus muros de piedra merece la pena destacar los restos prehistóricos que se han encontrado por la zona: desde dólmenes, hasta poblados, estanques celtíberos o yacimientos romanos.
Sin embargo, en el núcleo urbano predomina una estética medieval clara. De hecho para acceder a este hay que atravesar sus muros fortificados por una de sus puertas según National Geographic, así que en este punto olvídate del coche y disfruta de Laguardia a pie.
Y es que Laguardia, como su nombre indica, fue fundada con fines de defensa, un fuerte militar que mandó a edificar el rey navarro Sancho Abarca, según explican en la web del consistorio local. Este castillo fue uno de los más importantes del Reino de Navarra por su situación fronteriza. El 1164 Laguardia obtuvo el rango de villa.
Más adelante por orden de Sancho VII se decidió fortificar además del castillo el pueblo entero. La comunicación exterior se mantenía a través de cuatro puertas, aún en uso hoy en día, especialmente la de Carnicerías, que desemboca en la Plaza Mayor.
Durante la Edad Moderna y tras su anexión al reino de España, Laguardia vive un periodo de estabilidad que le permite crecer y tras unos siglos tranquilos, se ve de nuevo en su papel de fortificación debido a la Guerra de la Independencia contra Francia primero y después por las Guerras Carlistas. En el siglo XX comienza su lenta recuperación.
Las bodegas familiares de Laguardia
Sin duda, una de las bondades de la comarca de La Rioja Alavesa es su tradición viticultora y en este sentido destacan las cuevas o bodegas familiares del pueblo.
De acuerdo a la información que ofrece la web del ayuntamiento, estas se construyeron en pasillos subterráneos a lo largo del siglo XVI y se podría recorrer todo el pueblo a través de ellas.
Cada casa tiene debajo una de estas bodegas familiares, cuyo tamaño no tiene que estar relacionado en proporción con el de la vivienda de forma necesaria. Además de para lo obvio, se entiende que dependiendo del momento histórico estas cuevas sirvieron también de refugio.
Enogastronomía
En relación a lo anterior, ni que decir tiene que en Laguardia el turismo gastronómico relacionado con el vino es uno de los puntos fuertes de la localidad. Nosotras ya nos imaginamos el planazo: paseo tranquilo por la mañana para descubrir el pueblo maridado con una buena cata y una comida rica. Tarde de relax oyendo una chimenea crepitar de fondo mientras lees un buen libro. El resto ya es cosa tuya.
Estas son las recomendaciones que hacen desde el ayuntamiento para disfrutar sal máximo de esta parte de su oferta turística.
Fotos | @oficinadeturismolaguardia, Wikipedia y web del Ayuntamiento de Laguardia
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