En los puentes colgantes, la plataforma que soporta la carga aparece suspendida y sujeta por grandes cables amarrados en torres. Su construcción se remonta a 1800 y, desde entonces, algunos han destacado por su diseño y otros por su longitud, pero también los hay que impresionan por el paisaje en el que se encuentran. Tal vez, el primero que te venga a la mente es el Golden Gate de San Francisco pero no hace falta irse tan lejos para disfrutar de su majestuosidad. En España los tenemos de diferentes tipos y aventuras.
Puente Colgante Soutomaior (Pontevedra)
Seis metros sobre las aguas del río Verdugo, en la unión con el río Oitavén, y a muy pocos kilómetros de la desembocadura del río en Arcade, se encuentra el puente colgante de Soutomaior. Se trata de una zona apta para el baño, conocida como poza das Bestas, en la que se pueden ver antiguos molinos y que, además, se encuentra cercana a una playa fluvial. El puente es visible desde la playa y es seguro para toda la familia, muy transitado por los pescadores locales.
Puente colgante de La Hermida (Cantabria)
Con 100 metros de longitud y ubicado entre grandes paredes de piedra en el extremo oriental de los Picos de Europa, en el desfiladero de La Hermida, se encuentra uno de los puentes colgantes más largos de España. Eso sí, solo es apto para aventureros, pues para llegar hasta él hay que hacer la vía ferrata. Aunque el itinerario está hecho a prueba de personas no habituadas a la escalada o al senderismo, durante toda la ruta se va protegido con casco y enganchado a un cable de acero mediante un arnés.
Puente de Vizcaya
Conocido como Puente de Vizcaya o Puente de Portugalete, se inauguró el 28 de julio de 1893 y fue el primer puente transbordador construido en el mundo de estructura metálica. Una obra de ingenieria puntera en su época, del mismo arquitecto que el Palacio de Cristal (Alberto Palacio Elissague) de El Retiro. Su función práctica es unir Getxo y Portugalete en los dos márgenes de la desembocadura del Nervión. Está declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2006.
Caminito del Rey (Málaga)
El Caminito del Rey, en el Desfiladero de los Gaitanes, es una de las rutas más populares de España. Recibe su nombre de cuando Alfonso XIII lo cruzó en 1921 por la inauguración de la presa del Guadalhorce. El sendero se compone de varias pasarelas y puentes colgantes, construidos sobre el río.
El Saltillo (Málaga)
Situado en el desfiladero que une Sedella y Canillas de Aceituno, se encuentra El Saltillo, el tercer puente colgante más grande de España en espacios naturales (junto al de Los Cahorros y Congost de Mont-rebei). Se extiende 50 metros de longitud, se sitúa a unos 62 metros de altura sobre el cauce del río Almanchares y tiene 1,20 metros de ancho. Es, además, muy moderno, porque se inaguruó a finales de 2020. Aunque, para llegar hasta el puente hace falta recorrer el camino hasta la cima de La Maroma, con algunos trazados estrechos y sin barandillas de seguridad. Ofrece una perspectiva única sobre el río Almanchares.
Puente colgante de Rupit i Pruit (Barcelona)
Construido en 1945 para unir Rupit y Pruit, es muy trasitado por los vecinos a diario. Ubicado en un recodo del río Pruit, se balancea fácilmente y, debido a su inestabilidad, no puede ser cruzado por más de 10 personas a la vez. En invierno ofrece unas vistas inmejorables porque queda el río congelado.
Puente colgante de Amposta (Tarragona)
El puente atraviesa el río Ebro en la ciudad de Amposta. Se empezó a construir en 1915, y se terminó en 1921. Se inspira en el puentede Brooklyn de Nueva York. De hecho, fue el segundo del mundo construido con el sistema de hormigón armado. Se caracteriza por las dos pilastras de piedra de 24 m de altura en forma de arco de triunfo que se erigen a los dos lados del río.
Puentes colgantes de Chulilla (Valencia)
En la Ruta de los Pantaneros (también conocida como la de los Calderones) se encuentran los dos puentes colgantes de Chulilla. Fueron creados originalmente para los operarios del pantano. El más alto de los dos tiene 15 metros de alto y 21 de largo. El segundo solo tiene se alza 5 de alto sobre el suelo.
Congost de Mont-Rebei (Lleida)
El puente de Montfalcó se construyó para unir las dos orillas del congosto de Mont-rebei y unir, así el Camino Natural de Montfalcó con el popular sendero que recorre el cañón por su orilla catalana. El camino, de cuatro kilómetros de longitud, que une Aragón y Cataluña pasando sobre el embalse de Canelles ha recibido miles de caminantes atraídos, entre otros motivos, por la emocionante pasarela colgada que escala un muro de más de 30 metros de altura.
Fotos | Wikipedia y Wikimedia