Ya sabemos todos que Galicia tiene las mejores playas de España. Lo que muy pocos conocen es que también esconde una piscina natural de aguas turquesas que parece un cenote del Caribe Mexicano. Técnicamente está en Portugal, pero pegadito a la frontera y tú sentirás que estás en un paraíso lejano y recóndito.
Se llama Pozo Azul de Gerês y su ubicación es compleja, ya que requiere una ruta de senderismo de 8 kilómetros. Sin embargo, el destino merece la pena, porque al ser tan recóndito no encontrarás demasiada gente al llegar. De hecho, si madrugas conseguirás tener la piscina natural para ti solo.
La caminata dura unas 2 horas y comienza en el Miradouro das Rocas. Allí hay que tomar el camino hacia las cascadas de Arado. A continuación, se continua por la Rua da Malhadoura, siguiendo esta travesía de montaña a la sombra de los árboles y disfrutando del aire puro y la naturaleza.
Cuando hayamos avanzando en el camino, señalizado con rayas rojas y amarillas, pasaremos la Fuente de las Letras y la Fuente da Malhadoura. Después, comenzaremos a encontrar señales hacia la poza cristalina. El sendero se vuelve más estrecho para, de repente, dar paso a esta joya natural escondida en la frondosidad del Parque Nacional Peneda-Gerês.
Este paraje desconocido de nuestros vecinos del país luso es el destino perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Eso sí, recomendamos ir entre semana, en temporada baja y prontito por la mañana para poder disfrutarlo en soledad.
Fotos | Branden Leighty, @natur_bex, @peneda.geres.app.
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