No hace falta viajar miles de kilómetros ni ir hasta el norte de África para perderse en un pueblo que te hace sentir en Marruecos. Para eso tenemos esta localidad valenciana, conocida popularmente como la Perla Azul y que nos transporta hasta Chefchaouen, la aldea marroquí de fachadas azules más famosa de Instagram.
Se llama Chelva y es un destino del interior valenciano con poco más de 1500 habitantes que nada tiene que envidiar al precioso pueblo azul de Marruecos. Esta localidad es conocida como la Ruta de las Tres Culturas, porque en ella convivieron musulmanes, judíos y cristianos en armonía y eso ha quedado reflejado en su arquitectura única y en su mayor atractivo turístico, el color azul del pueblo.
Llegar a Chelva es llegar a una amalgama histórica que atrapa. Desde el laberíntico barrio andalusí Benacacira del siglo XI hasta el barrio judío del Azoque, donde los soportales cobran protagonismo. Tampoco falta el barrio mudéjar-morisco del Arrabal o el barrio cristiano Ollerías, el más amplio de todos.
Además de perdernos por sus calles estrechas y empinadas, en Chelva podemos descubrir tesoros arquitectónicos como la Iglesia de los Ángeles del siglo XVIII, la Ermita de Santa Cruz del siglo XIV o la Mezquita de Banaeça. Todo ello teñido de ese color azul intenso, originalmente pensado para ahuyentar a los mosquitos y al calor.
Chelva y su Reserva de la Biosfera: la Ruta del Agua
Una visita completa a Chelva no termina en el asfalto. Una vez hemos pateado todos los rincones del pueblo, podemos salir a descubrir su entorno natural idílico, la Ruta del Agua junto al río Tuéjar y declarado Reserva de la Biosfera en 2020. Allí encontraremos el Molino Puerto de origen medieval, una cala de arena en el río llamada La Playeta o uno de los cuatro acueductos romanos mejor conservados de España, el Peña Cortada.
Fotos | @chelvaturismo.
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