Los orígenes de Guadalajara se remontan a la época romana. No obstante, fue con los árabes cuando este asentamiento pasó a denominarse Wad-al-Hayara (“río de piedras”), topónimo que evolucionaría hasta su actual nombre. Regada por las aguas del río Henares, sin duda, la huella histórica más importante fue la que dejó la dinastía de los Mendoza a mediados del siglo XV, cuando recibió el señorío de Guadalajara y dio esplendor a la ciudad durante siglos. Su rica historia ha dejado un importante legado arquitectónico en su casco antiguo, pero también gastronómico, que apetece disfrutarlo luzca el sol o llueva.
Palacio de la Cotilla
La primera construcción de este palacio se remonta al siglo XVII, según revelan todavía las columnas del patio, que siguen el modelo alcarreño. A fines del siglo XIX, sus propietarios eran los marqueses de Villamejor, Ana de Torres e Ignacio de Figueroa, padres del conde de Romanones. De aquella época se conserva el Salón Chino, decorado todavía con el papel pintado original, según el estilo de la dinastía Qing, cuya rareza en España le otorga un valor excepcional.
Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo
La ciudad de Guadalajara debe al mecenazgo y a la filantropía de María Diega Desmaissieres, duquesa de Sevillano y condesa de la Vega del Pozo, uno de los mejores conjuntos arquitectónicos de fines del siglo XIX. En torno a 1881, encargó la construcción de un vasto complejo de edificios, destinado a establecimientos benéficos y a panteón familiar a un lado del actual parque de San Roque.
El panteón, cuya cúpula de cerámica vidriada es uno de los highlights de la ciudad, refleja la influencia del arte del norte de Italia, combinando elementos orientales y occidentales, que dotan al edificio de cierta estampa bizantina. En su interior, destaca el altar, presidido por un excelente calvario; en la cripta, un imponente grupo escultórico representa el cortejo fúnebre de la duquesa. En todo el edificio, en cada detalle se revela la riqueza de materiales y la perfección de su acabado.
Museo de Guadalajara
Inaugurado en 1838, el Museo de Guadalajara es el museo provincial más antiguo de España. Desde 1973, su sede es el Palacio del Infantado, un impresionante edificio construido a finales del siglo XV y, sin duda, la mayor joya arquitectónica de la ciudad. Es hoy también un gran centro de conservación, investigación, exhibición y aprendizaje de patrimonio cultural, que aprovecha todos los espacios de su sede con sus salas de exposiciones, almacenes y talleres, es un potente centro cultural que alberga por doquier actividades de todo tipo.
Foto de portada | Santi R Muela (Wikipedia)
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