Esta ciudad de origen medieval y de gran tradición marinera, posee un casco histórico caracterizado por sus palacios, jardines, fuentes, iglesias, casas porticadas... bien conservadas y que le confieren una atmósfera única. Además de la contribución que hacen a ello la dimensión y proporciones de su ría a su paso por el mismo corazón de Avilés. Gastronómicamente, está también muy bien surtida de restaurantes en los que se sirven guisos de todo tipo de pescados y mariscos, entre otros manjares. Sin dejarte un dineral.
La viñuca
Calle de Sanchez Calvo, 2 (33402)
Hay quien dice que los mejores restaurantes tienen una carta limitada, y este es una gran ejemplo de ello. Hay cinco raciones a elegir: albondigas, carrillera, longaniza, codillo y tabla de ibéricos. Eso sí, a un precio y una calidad increíbles. En definitiva, un restaurante de los de toda la vida y de los que ya no quedan, donde se come de lujo y se recibe un trato extraordinario.
Pasaje Roma
Calle del Quirinal, 20 (33401)
Regentado por una familia trabajadora del barrio del Quirinal desde enero de 2015, ofrece un servicio completo de hostelería: dsde cafetería con desayunos y almuerzos variados (con una de las mejores tortillas de patata de la zona según sus clientes), hasta cocina con carta de tapas, raciones y hamburguesas, pasando por servicio de bar con amplia carta de cervezas nacionales y de importación, licores, así como selección de vinos. Eso sí, siempre con una relación calidad-precio muy buena y sabor casero. Además, tienen rerraza.
La bodega de Rivero
Calle Rivero, 83 (33402)
Una bodega rústica con un ambiente muy agradable y un trata estupendo. La comida casera, además de buenísima, llega a la mesa bien presentada. Su menú diario tiene un precio de solo 10 euros y sus platos se sirven en cantidad abundante. No te vayas sin probar su fabada.
Foto de portada | Lucía Garo (Unsplash)
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