Davidelfin siempre ha defendido una concepción de la moda como una forma y medio de expresión, convirtiéndola en una plataforma donde se trabaja y se mezclan diferentes disciplinas creativas. Esta visión de la moda de la marca le ha procurado el favor de una parte importante de la crítica, y el rechazo del resto, que, en ocasiones, han visto en el director creativo de la firma, David Delfín, más a un provocador, que a un diseñador de moda.
En su colección para el próximo otoño-invierno se ha podido ver un poco de todo. Por un lado los diseños que se han convertido en la marca de la casa, a fuerza de ser repetidos en las reseñas televisivas de sus colecciones. Ejemplo, en esta colección, de este tipo de diseños son las prendas de punto, tanto para hombre como para mujer, realmente llamativas por su hechura y sus estampados, piezas como la falda-pantalón, no en sentido clásico, y ese estilo andrógino que llevan a muchos a pasar por alto el resto de la colección. Ya sea porque creen no necesitar ver el resto para convencerse de su talento, o de su poca valía, según los casos.
Sin embargo, esa visión multidisciplinar de la moda no implica la exclusión de otro tipo de diseños cuya única modernidad o vanguardia es la combinación de tejidos, o de colores, consiguiendo un look final, que podría llamarse clásico renovado. Este es el Davidelfin que a mí más me gusta.
Ejemplo muy claro, desde mi punto de vista, de este tipo de diseños es el traje chaqueta de la foto de arriba a la izquierda. Si la falda, en vez de dorada, fuera negra, como los vivos de la chaqueta a la que acompaña, pasaría por un perfecto y bonito traje clásico. Pero el estilo Davidelfin busca el contraste, y lo consigue de forma elegante, alterando alguna de las piezas, en este caso, la falda, así como las medias, que son marrones en vez de negras, que es cómo mandarían los cánones de la combinación del color.
A mí me gusta, el resultado es actual, sin duda, urbano y joven. Como me gustan el resto de los diseños de las fotos de arriba. Los encuentros muy atractivos, especialmente el conjunto de camisa blanca con pantalones negros con vivos en rojo. Y el maravilloso conjunto blanco de la segunda foto por la izquierda. Mi duda es si contaría con el favor y la atención de la crítica si sus colecciones se centraran exclusivamente en esto.
También me gusta el juego de superposiciones y de mezcla de tejidos de diseños como el de la foto de en medio de estas de arriba. Quizá el cuero puede resultar algo agresivo, pero el efecto de conjunto es, como en los anteriores, elegante. Y las piezas parecen bien cortadas.
Sin embargo, este tipo de diseños son los que pasan desapercibidos en los desfiles de Davidelfin. La mayoría se centra en lo menos clásico, que en ocasiones hiere sensibilidades y es visto como políticamente incorrecto. Este año ha sido la inspiración en uniformes militarescon reminiscencias nazis, así como los que parecen encontrar la inspiración en sotanas y togas, los que han levantado ampollas.
Supongo que son este tipo de prendas en las que se centra la carga expresiva de las colecciones de Davidelfin, porque, salvo el vestido negro tipo sotana de la cuarta foto, yo no saldría a la calle con ninguno de los demás. Más allá de sensibilidades heridas.
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