La semana pasada Mónaco se vistió de gala y todo para acoger, de nuevo, el aclamado Baile de la Rosa. Honrando el recuerdo de la princesa Grace, la familia Grimaldi lució sus mejores galas en un evento bajo la dirección artística de Christian Louboutin -éste cogió el relevo de Karl Lagerfeld tras su fallecimiento-. Sin embargo, esta cita destacó por la ausencia de la princesa Charlene.
Glamour, elegancia y savoir faire, este evento nació con la intención de recaudar dinero para proyectos humanitarios que tienen a los niños desfavorecidos como objetivo. De este modo, Carolina acudió con sus cuatro hijos y sus respectivas parejas.
Como era de esperar, Carlota Casiraghi apostó por un diseño de Chanel y acudió con su pareja Dimitri Rassam; Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo -con un vestido de Temperley London- brillaron con luz propia; Pierre Casiraghi estuvo presente junto a su mujer Beatrice Borromeo; e incluso Alexandra de Hannover (quién acudió con un llamativo diseño de Giambattista Valli) se acompañó su pareja Ben-Sylvester Strautmann.
Aunque la velada se tenía que celebrar en marzo, la temática de esta edición fue "Los años 20, el regreso”. Además, el sábado se inauguró el Grimaldi Forum Monaco, una exposición dedicada al diseñador de zapatos de suela roja que estará abierta hasta el próximo 28 de agosto.
Una vez más, la princesa Charlene se perdió esta cita -la última vez que acudió fue en 2014- por causas de salud, aunque poco a poco ha ido recuperando su agenda.
Fotos | Gtres