Una de las mejores cualidades que tiene el arte es que es capaz de reinventarse aunque hayan pasado siglos.
Un claro ejemplo nos lo da Alexey Kondakov, el artista que ha sido capaz de llevar la cotidianeidad de la vida del siglo XXI hasta la divinidad del arte más clásico. O quizá haya sido al revés, porque son los personajes clásicos los que aterrizan en escenarios muy actuales.
Ambos mundos combinan de una forma natural, casi orgánica, y son el fruto de un trabajo artesano.
Encontrar la figura perfecta para una fotografía contemporánea es vital para que al verlas, no nos extrañe que uno de los soñadores del cuadro de Albert Joseph Moore duerma en una cafetería italiana, o que la “Cleopatra” de John William Waterhouse se encuentre rodeada de zapatillas de deporte.
La vida cotidiana de los dioses, de Alexey Kondakov
El artista y diseñador ucraniano Alexey Kondakov yuxtapone las pinturas clásicas en fotografías del tejido urbano, en la su serie llamada “La vida cotidiana de los dioses” que podemos admirar en su cuenta de Instagram.
El cuadro de William-Adolphe Bouguereau de 1973, “Inocencia”, o “La Canción de los Ángeles” de Bouguereau parecen encontrar su lugar ideal en un autobús o en un vagón de metro vacío.
Librerías, bares, discotecas, tiendas y hasta la calle son espacios que parecen pensados para que estas figuras paseen como si se tratase de su medio natural.
Una forma ideal de acercar las pinturas más clásicas de la historia del arte, pero con un punto moderno, contemporáneo y muy original.
Fotos | Instagram @alksko