Seis obras inéditas en una semana han aparecido en París. Y todavía seguimos sin saber quién se esconde detrás del nombre de Banksy, el artista urbano más misterioso del planeta y al que se supone el autor de estas increíbles muestras de arte urbano.
Los temas, la inmigración y la historia francesa, la técnica de stencil negro o el patrón rosa, la contraposición de la inocencia frente a la barbarie de los temas... son indicios que nos hacen atribuirle el trabajo, a pesar de que no van firmados.
Pero lo realmente importante es que de nuevo -y desde el anonimato- ha conseguido revolucionar nuestras conciencias y poner sobre la palestra uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos en la actualidad: la crisis de los refugiados.
Además, este bombardeo de mensajes no solo ha cubierto París, también ha llegado a una de nuestras redes sociales favoritas, Instagram, que se ha llenado de imágenes de estos murales, en parte gracias a los admiradores de este grafitero que nunca deja de sorprendernos
Fue el pasado 20 de junio y con motivo del Día Mundial del Refugiado cuando se descubrió la primera -y podríamos decir que la que más nos ha impresionado- de esta colección de seis obras.
Se encuentra a pocos metros de un centro de refugiados abandonado y muestra a una niña negra que está tapando con pintura de color de rosa una cruz gamada.
Dramático y espectacular, en otro de sus murales, Banksy se ha inspirado en una pintura clásica de Jacques-Louis David, Napoleón cruzando los Alpes, pero en esta ocasión no podemos apreciar quién se esconde debajo de la capa roja que oculta el rostro del jinete.
El artista también ha dejado tres ilustraciones más, protagonizadas por pequeñas ratas, en diferentes lugares de la ciudad. Una de ellas, es un homenaje al mítico mayo del 68 (curiosamente, la rata se ha hecho un lazo con el ocho).
Nos ha llamado especialmente la atención (y tenemos que reconocer que nos ha provocado bastantes escalofríos) la obra en la que aparece un hombre ocultando una sierra a su espalda mientras está ofreciendo un hueso a un perro, que no es nada más y nada menos que la pierna que acaba de cortarle.
Arte que destila crítica social, que nos remueve el alma, que nos emociona de mil maneras y que por supuesto nos hace volver a preguntarnos quién se esconde detrás de Banksy y si algún día lo averiguaremos.
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