Los collages de Shusaku Takaoka mezclan dos mundos: el de la vida cotidiana más moderna y urbanita y el de la historia del arte. Una auténtica aproximación contemporánea al pasado más clásico que esconde una sutil crítica a la sociedad de consumo y adicta al móvil del siglo XXI.
¿Imaginas cómo sería que los paparazzi pillaran a Van Gogh y a la Mona Lisa paseando juntos por la calle? O, ¿que pasaría si la joven de la perla fuera una it girl? ¿Y si un día fueras a por café y te encontraras a la lechera de Vermeer trabajando en un Starbucks? Todas estas imágenes dejan de ser posibles solo en nuestra imaginación para hacerse realidad en la cuenta de Instagram de este diseñador gráfico japonés.
Es imposible saber qué enfoque habrían dado los grandes pintores de la historia a sus personajes si hubieran tenido que retratarlos en el contexto de un mundo a medio camino entre lo tangible y lo virtual, y una sociedad, como la actual, hipercomunicada y obsesionada con la imagen. No obstante, resulta probable que pudiera parecerse bastante a los escenarios que propone Shusaku Takaoka.
Aunque en sus collages, no solo se fusionan diferentes épocas y costumbres anacrónicas, también hay interesantísimos crossovers entre el mundo del cine y la pintura y de artículos de lujo con otros muy cotidianos. Por ejemplo, en una de sus obras más famosas y divertidas el artista ha visto en una tostada de pan de molde un bote del perfume de perfumes: Chanel Nº5 y en otra una hamburguesa se convierte en un bolso de Louis Vuitton. Aunque, como demuestra su Instagram, los maletines de la firma fracesa también podrían ser suculentos trozos de tarta de chocolate.
No cabe duda de que la combinación de historia del arte y cultura pop que hace Shusaku Takaoka es todo un acierto. La Gioconda, Van Gogh y la joven de la perla son sus modelos más recurrentes, con múltiples versiones de cada uno de ellos pero siempre con el denominador común de mostrarlos desde una nueva perspectiva muy actual y descarada que reinventa su personalidad.
En el mundo de este creativo, los personajes Disney tampoco están exentos de irrumpir, de repente, en una gran obra pictórica. El objetivo es construir una imagen y una vida completamente nueva para todos estos iconos tan conocidos por todos. La descontextualización es la clave del impacto que genera en un espectador desconcertado.
Además, al presentarnos a estos personajes, que sentimos tan lejanos e idealizados, en situaciones cotidianas y mundanas, el autor nos los acerca a nuestra propia realidad. Eso hace, por un lado, que las imágenes nos resulten graciosas y, por otro, que resalte lo absurdo de alguno de nuestros hábitos y comportamientos. Como por ejemplo, el excesivo culto a la imagen o la importancia que damos a las marcas. A pesar de que el arte del artista ha sido reconocido por una marca como Adidas, que lo eligió para exhibir sus obras en una exposición colectiva en Tokio. No es para menos ya que, sin duda alguna, su cuenta es una de las que mejor consigue mezclar arte y humor de toda la red.
Fotos | Instagram de Shusaku Takaoka.