Más allá de los tintes naturales, la coloración orgánica es una opción para garantizar el cuidado del cabello: la opinión de los expertos

Son muchas las opciones que encontramos en el mercado y en las manos de los estilistas y peluqueros profesionales a la hora de buscar una coloración para el cabello. La opción más natural son los barros ya que están creados únicamente a base de plantas. Sin embargo, encontramos otras opciones como las llamadas coloraciones orgánicas que se caracteriza por no utilizar sustancias químicas (o muy pocas) y tienen un buen puñado de beneficios que merece la pena tener en cuenta si queremos pasarnos a este tipo de cosmética.

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Así, hemos hablado con José Miguel Gallardo, director del salón de Peluquería de TeaCut de Sevilla quien nos ha dado todas las claves, ventajas y posibles desventajas de estas técnicas.

De esta manera, lo primero que nos comenta es que estas coloraciones además de no dañar el cabello (como veremos más adelante), tampoco dañan el medio ambiente, no contaminan, ni o se testan en animales por lo que son una opción mucho más ecológica. Por ello, ahora que el tema eco nos importa más que nunca, sin duda, merece la pena tenerlas muy presentes.

Y es que, como nos comenta, no usa petroquímico ni contiene amoniaco, por lo que los colores se elaboran con pigmentos naturales, que provienen fundamentalmente de las plantas.

Además, un dato muy importante también y a favor de estos productos es que son aptas para embarazadas, para personas que vienen de tratamientos de quimioterapia y por supuesto para personas alérgicas. Por lo que son más seguras.

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Se trata de un tipo de coloración muy rica en matices, por lo que los profesionales pueden personalizar al máximo los trabajos (también es cierto que no tanto como en el caso de los tintes tradicionales) y además permite que se le pueda añadir ingredientes oleosos y esencias, a veces nutritivas, hidratantes, cítricas, etc, que aportan minerales, nutrientes y antioxidantes.

Eso sí, como inconvenientes, como nos explica José Miguel, es que a diferencia de la cosmética capilar tradicional diseñadas para que den resultados inmediatos, en la cosmética natural los resultados rara vez son rápidos y se aprecian a medio plazo. Eso significa que hay un factor psicológico importante cuando demos el paso al cuidado natural, pues necesitaremos un espacio de tiempo para que el cuero cabelludo se vaya regularizando y el cabello quede libre de sustancias sintéticas. Esto significa que, ante todo, nos invitan a tener paciencia y no demandar resultados inmediatos.

También es cierto que si hablamos de resultados, estos son 100% naturales, desde las primeras aplicaciones se observa un ligero engrosamiento en el cabello, sobre todo en los finos y además tenemos que saber que sí, cubren canas (en un proceso que va poco a poco, como podéis imaginar) y se va creando un efecto degradado en el cabello que hace que se atenúe el efecto raíz cuando comienza a crecer y esa cana que nace se vea más difuminada.

Igualmente, nos indica que como otras ventajas de este tipo de coloraciones es que el uso de productos naturales adecuados y afines reequilibra el cuero cabelludo e, incluso, la naturaleza del cabello.

Eso sí, nos vuelve a remarcar que lo que es importante es entender que la transición de lo químico a lo natural puede ser algo frustrante porque lleva tiempo. De hecho, nos estima que en total, desde que comenzamos, podríamos hablar de unas 10 semanas hasta llegar a los resultados finales, pero luego ya es cuestión de mantenimiento de la misma manera que hacemos habitualmente.

Durante este proceso, la fibra capilar se irá restaurando poco a poco y con paciencia, volverá a recuperar sus características, el cuero cabelludo se reequilibrará y luciremos un pelo bonito, cuidado y más sano. Vamos, que no es de extrañar que nos diga que una vez que abrazamos lo orgánico luego ya no querremos otra cosa.