Hay muchísimas mujeres de mi generación que les tocó sufrir el acné en los años ochenta, por aquel tiempo no había lo que hay ahora. La mayoría arrastra marcas de esta dolencia, otras, como yo, las tienen de la temida varicela.
Como ya os comentaba en Arrebatadora los aceites esenciales tienen múltiples usos, uno de ellos es reducir estas antiestéticas señales. Hoy te traigo esta sencilla "receta".
Prepara una cucharadita de aceite de rosa mosqueta con una cucharada sopera o cuatro perlas de aceite base, como el germen de trigo. Aplícate el aceite obtenido una o dos veces al día. El aceite de rosa mosqueta contribuye a regenerar la piel dañada (cicatrices, quemaduras, heridas, etc.) y ayuda a retrasar las arrugas y la flacidez.