El balneario de Avène, de donde procede la marca comercial, data de mediados del siglo XVIII y surgió de la manera más curiosa, al reponerse un caballo de una enfermedad sólo con beber del manantial de la localidad. Pierre Fabré es desde 1975 su propietario y el que ha desarrollado el centro termal que existe en la actualidad, con su fuente con forma de cabeza de león de donde se puede beber su maravillosa agua. No solamente acuden a Avène personas con distintos problemas de salud sino que la experiencia de unos días de paz, tranquilidad y productos naturales llama cada vez a más visitantes, niños incluidos.
En 1975 comenzó, como hemos dicho, la comercialización de la marca, que en España se vende sólo en parafarmacia y que es un referente para pieles sensibles y atópicas, así como para las grasas o acneicas, a las que cuida desde que casi ninguna otra marca tenía línea para ellas. Su producto estrella, que nunca falta en mi neceser en verano, es el agua termal, que venden en aerosol micronizado y que refresca, calma e hidrata. Entre sus bestseller se encuentra la línea de maquillaje Couvrance (con bases en polvo y distintos correctores), Cleanance (línea para pieles grasas) y Diacneal (para acné).
Entre sus últimas novedades se encuentra Eluage, una crema anti-edad que ha tenido tal éxito que se han lanzado una serie de productos complementarios (gel concentrado y crema para el cuerpo) basados en el mismo principio activo (una mezcla de retinoaldehído y ácido hialurónico). También son excelentes sus protectores solares, todos con altos factores de protección solar y en distintas presentaciones.