Calvin Klein supuso una brisa minimalista en el mundo de la cosmética que, lamentablemente, nos abandonó a los pocos años para centrarse en sus líneas de ropa y perfume. Sin embargo este año hemos asistido a la vuelta de Calvin Klein al maquillaje aunque, de momento, tendremos que contentarnos con comprarlo cuando crucemos el charco.
Para su reentré, CK ha seleccionado más de dos centenares de productos en toda la gama de maquillaje, desde bases hasta lacas de uñas, pasando por labiales y máscaras de pestañas. En la mente de sus creadores está el que su línea cosmética refleje fielmente el espíritu de la marca y se ajuste a las tendencias que su público ve en los desfiles. Es decir, que sales del desfile y, si te gusta como han ido maquilladas las modelos, podrás comprar directamente los productos en su stand para recrear el look.
Para ello, han dejado de lado su packaging e imagen minimalista de la etapa anterior y su look se aproxima un poco a NARS. En todo caso esperemos que el colorido siga siendo tan discreto y neutral como anteriormente, y que vuelvan a producir su maravillosa sombra Almondine, un beige pálido que servía como base y que era adecuado para todas las ocasiones.