El pasado 17 de agosto, Céline Dion actuó en Montreal luciendo un nuevo corte de pelo. Ella, que siempre había llevado el pelo liso, apareció en escena con un corte semi largo cortado a capas y ondulado con mucho volumen. Nada demasiado revolucionario, una modificación mínima, pero esencial.
La psicología capilar asegura que el pelo ondulado pertenece a los que saben adaptarse a los vaivenes de la vida porque el cabello sirve a un mismo tiempo de adorno y de protección; y ejerce una relación simbólica muy fuerte con quien lo luce. Por un lado, nos une con el pasado, con nuestras raíces, pero también nos conecta con el cielo como si fuese una antena. Constituye de algún modo el hilo conductor de nuestra alma.
Acordaros si no de Michelle Williams quien después de la muerte de Heath Ledger – padre de su hija Matilda -, se cortó el pelo muy corto como queriendo dar a entender que después de haber llorado mucho había llegado el momento de reaccionar y de pasar página.
Cuando un cliente llega a una peluquería y pide un corte radical es como si dentro de ellos se hubiese apagado algo y estuviesen pidiendo a que el estilista fuese capaz de volverlo a encender.
El caso de Miley Cyrus era distinto. Harta ya de estar harta de que todo el mundo la asociase con su personaje de Hannah Montana, y no soportando ni un minuto más la imagen que se tenía de ella decidió cortar por lo sano llevando a la práctica esa máxima que anima a poner a grandes males, grandes remedios, sorprendiéndonos a todos con su corte de pelo a lo mohicano coincidiendo con los MTV Video Music Awards celebrados el 6 de septiembre en Los Angeles en el 2012. Como en el caso de Michelle Williams se trataba de un gesto simbólico.
Sin embargo, la experiencia dicta que cuando se está de bajón no siempre es el mejor momento para tener a mano unas tijeras. Así que si estáis pensando en cambiar de look, primero contad hasta 10 o tomaros un par de días para pensároslo bien.
Fotos | Gtres
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