Hay cosas muy curiosas que suceden en nuestra relación con la comida y que podemos usar en nuestro beneficio. Nos vemos influenciados por nuestros acompañantes al comer, por el lugar en que lo hacemos, la atención que ponemos a la comida, la apariencia de lo que comemos, etc. Son muchos factores los que determinan cuánto comemos, y en la medida que los conocemos un poco, podemos tener el control de nuestra alimentación, ya sea para subir o bajar de peso.
Una de esas curiosidades, es el error de juicio que hacemos al calcular la cantidad de comida que ponemos en un plato, según su tamaño. En diferentes estudios se ha visto que comemos más cuando la comida es colocada en platos o recipientes más grandes, respecto de las mismas porciones en platos más pequeños.
Entonces, un truco simple para ayudarnos a controlar la cantidad de comida, consiste en escoger con sabiduría el tamaño del plato. Para mantenernos y quedar satisfechos, sin sensación de hambre, lo importante es que la porción sea adecuada al plato, ni más grande ni más pequeña.
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