Es difícil imaginarse un aparato más omnipresente que un teléfono móvil. Los hay en todas partes, no solo como una herramienta de comunicación sino que un centro de entretención, como un miniordenador y mucha gente ya no concibe su vida sin ellos. Muchas veces pasamos varias horas usándolos, lo que puede producir molestias en la zona que tocan.
Cuando me llaman al móvil, lo contesto colocándolo en mi mejilla, como la chica de la foto. A veces, especialmente después de una conversación larga, el móvil está un poco engrasado, caliente y mi mejilla acalorada. La grasa que ha quedado en el teléfono se juntará a la suciedad de mis dedos, el teléfono y todo lo que hayamos tocado, volviendo a mi piel la siguiente vez que use el aparato, lo que podría causar puntos negros o espinillas. Además, el apretar el móvil contra mi piel la somete a estrés y tirones, porque sin darme cuenta voy frotándolo y apretándolo contra mi cara para oír mejor.
Y podría ser peor si yo tuviera alergia al niquel. Muchos teléfonos móviles lo contienen en su parte exterior, lo que puede producir erupciones rojizas o picazón en la piel expuesta, como las orejas, mejillas e incluso los dedos de quienes envían muchos mensajes de texto. Esto se conoce como dermatitis del teléfono móvil, aunque no es una alergia al aparato, sino a un componente que también se encuentra en otras cosas. Se llama así porque fue encontrada en gente que habla mucho por móvil, aunque también puede suceder con teléfonos inalámbricos, por ejemplo. Las mujeres estamos más predispuestas a sufrirla, muchas veces porque ya estamos sensibilizadas por el contacto con niquel en pendientes y joyas de fantasía.
Así que ya sabéis, si usáis mucho cualquier teléfono, considerad cambiaros a un manos libre. Pero tened cuidado al escogerlos si sois alérgicas al níquel, puesto que algunos de ellos también lo contienen. Buscad los que dicen sin niquel o nickel-free. La delicada piel de las mejillas os lo agradecerá.
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En Arrebatadora | Las ondas electromagnéticas y sus efectos negativos en nuestra piel