Si el otro día os hablaba de hidratación como básico de belleza que en alguna ocasión llegamos a olvidar, hoy dedico este post a los granos. Ese “trance” básico también, por el que todas hemos pasado en algún momento de nuestra vida y que una vez superado se olvida con facilidad, probablemente por aquello de: "La memoria es selectiva y solo se queda con lo bueno".
Estos días he tomado contacto con un grupo de adolescentes y no tan adolescentes que están pasando, algunos por una etapa de acné y otros, de granitos aislados. En cualquier caso y bajo su opinión, les parecen profundos y "mortificantes", algo que me ha hecho recordar como me sentía cuando atravesé uno de esos periodos. Un solo grano me disgustaba, y me hacia sentir tan mal que me parecía que todo lo que hiciese por mejorar mi aspecto, maquillaje, colorete..., no podía lucir. ¿Subjetivo? Puede que sí, porque ahora cuando veo un grano en otra persona, incluso un grano de esos que lleva su periodo de vida, de esos que dura al menos una semana, no me parece nada del otro mundo. Sin embargo, las personas sobre las que os he contado, están realmente castigadas por este problema.
Este post no pretende ser un tratado sobre el acné, sino una serie de consejos prácticos y psicológicos de alguien que sufrió con ellos, su experiencia y su mirada hacia atrás bajo la "sabiduría adquirida" sobre la relativa importancia que se debe dar a este hecho y las formas mejores para tratarlos o disimularlos.
Unas premisas
Como sabéis la aparición de granos depende de tantos factores que al final cada caso puede parecer un misterio: hormonas, bacteria, genes, cosméticos, alimentación, medicación, estrés, ambiente... Un juego de posibilidades difícil de descifrar, para lo que en primer lugar tendríamos de aislar estos fenómenos y saber qué hacemos mal o qué nos afecta realmente. Un cosmético no indicado para nuestra piel, caducado o en mal estado, nerviosismo, ingerir un exceso de grasas..., pero mientras tanto hay que actuar.
La premisa fundamental a la hora de tratar este problema es no dañar nuestra piel, hay que recordar que un grano es pasajero, pero el daño que en ocasiones hacemos para ponerle fin pude superarlo en tiempo e intensidad. ¿Recordáis la famosa máxima "es peor el remedio que la enfermedad?
Así que la paciencia se debe imponer, porque al igual que un catarro o un virus, un grano tiene que atravesar un proceso de vida que no se puede acortar: nacimiento, maduración y ese reconfortante final, que sin embargo suele dejar una marca que perdura algún tiempo.
No tocar es la cuestión, y sí aplicar productos encaminados a secar y desinfectar, teniendo en cuenta que cuando se trata de un caso aislado, debemos tratarlo también de forma aislada para no someter al resto de la piel a un tratamiento que no solo es innecesario, sino que además puede perjudicarla. En estos casos un stick para imperfecciones localizadas es la mejor solución.
Entre las novedades, Clear- Out Soin Ciblé Imperfections de la línea My Clarins es un tratamiento purificante específico para secar y atenuar visiblemente las imperfecciones aisladas. Su textura de gel fresco sin efecto graso proporciona alivio y calma.
En este sentido, otra novedad estupenda es el Stick Corrector de la línea Acniover de MatiDerm , dirigido a reducir el enrojecimiento y las marcas, cicatrizar, camuflar, reducir y secar.
En cuanto a clásicos infalibles, Pâte Grise L'Originale de Payot es un tratamiento emblemático para conseguir que las imperfecciones lleguen cuanto antes a una fase de maduración. Una fórmula secreta que actúa mientras duermes para acelerar la maduración de las imperfecciones y hacerlas desaparecer rápidamente.
Si la cosa es más seria...
Cuando se trata de un brote de acné, normalmente surge por una hipersecreción sebácea que produce una obstrucción de canales foliculares con cambio en la macrobiótica cutánea y la consiguiente inflamación. Por este motivo, una higiene correcta es fundamental; es en este punto donde muchas veces nos equivocamos buscando un limpiador que seque, cuando lo que deberíamos buscar es uno purificante que se adapte a nuestro tipo de piel. En el mercado ya existen varios que evitan la sequedad, uno de los más recientes es el Gel Purificante de la línea Acniover de MartiDerm, dirigida a combatir el acné mediante 5 productos. Este en concreto, limpia, purifica y no reseca, respetando además el pH de la piel. En su fórmula incluye extracto de té verde, de hamamelis y prebióticos.
Si queréis que os diga la verdad, he atravesado por el sufrimiento que provocan esos granos inesperados, y mi consejo es guardar la calma y la paciencia y buscar el origen. En ocasiones, se trata de un desajuste hormonal, de fácil solución. Solo hay que acudir al ginecólogo para dar con la clave.
Debéis recordar cuidar la piel sin agredirla, dale lo que necesita, llevar una alimentación sana y no tocar para evitar una cicatriz. Hay que tener en cuanta que a veces es mejor tapar un poquito y saber que también esto pasará, que el tiempo y los grandes cosméticos que hay os ayudarán a disimular esas marquitas que ocasionármele quedan hasta que desaparezcan por completo.
Mi último consejo, no caigáis en la tentación de rendiros o pensar que no estáis guapas a causa de vuestros granitos. Sé que desanima muchísimo, pero os aseguro que las personas que os rodean no centran la atención en este hecho como vosotros. Lo que creéis tan visible, pasa muy inadvertido a ojos de la gente, que ve el resto de vuestros encantos porque no focalizan la mirada en lo que os preocupa. Nunca, nunca os rindáis ni dejéis de cuidaros o ser presumidas por tener granos. Si reforzáis vuestros puntos fuertes, desviaréis la atención. Recordad que dejáis ver al mundo mucho más que ese acné pasajero.
Imágenes | 1#Oleksy @Ohurtsov en Pixabay, 2# [Deborah Breen Whiting en Pixabay](Deborah Breen Whiting en Pixabay)
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