Vamos a hablar de un problema de la piel contrario a las manchas solares: el vitíligo. También se trata de una mala gestión en la producción de melanina por parte de los melanocitos, en este caso por la falta de ella: las manchas visibles son blancas.
Una afección que generalmente resulta incluso más visible que el problema de las manchas oscuras. Las zonas afectadas pueden ser del tamaño de pequeños círculos hasta una zona extendida. Combatir el vitíligo es muy difícil puesto que se desconocen las causas, no se sabe por qué esos determinados melanocitos dejan de fabricar el pigmento natural que defiende la piel de los rayos solares, la melanina. Los estudios apuntan a una enfermedad autoinmunitaria.
Además de romper todos los esquemas de la uniformidad de la piel, el problema es evitar el eritema solar. La ausencia de melanina supone la ausencia de defensa natural de la piel. Es la razón de que las zonas con vitíligo se presenten rosadas si les da el sol en exceso, un exceso con un umbral muy bajo. Se queman rápidamente, los ultravioletas son sus enemigos más directos.
Está comprobado que el estrés, los nervios, las tensiones tienen mucho que ver con el vitíligo. A medida que aumentan, el vitíligo se extiende. Con el ritmo de vida alocado que tenemos en la actualidad, no es nada fácil controlarlo. Conozco a tres personas de distintas edades con esta enfermedad de la piel y me explican que es cierto, cuando tienen un periodo de más calma, la intensidad del vitíligo disminuye y las zonas se reducen. Desaparecer, no.
En el próximo post hablaremos de cómo cuidar de la piel con vitíligo.
Foto | Montibello
Vía | NIAMS
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