Hay bolsos que los ves y directamente te entran por el ojo, su imagen se guarda en tu retina y te bombardea día y noche hasta que por fin o desistes, o terminas adoptándolo con el mismo cariño y mimo que a un cachorrito abandonado. Un ejemplo ilustrativo de esta sensación es el bolso Noé de Louis Vuitton, un saquito monísimo que lleva dejándome sin sueño desde hace ya varios meses, pero esto se acabó.
Tener un clon de un bolso como este es bien, pero tener dos es mejor. Dicho y hecho, Parfois ha lanzado su propia versión del mítico modelo saco que todas las fashionistas del globo terráqueo matarían por tener en su haber, el Noé de Louis Vuitton, salvando las distancias obviamente, pero sin tener que dejarnos tres sueldos por el camino.
¿Caeréis en la tentación?
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