Ayer nos despertamos con la terrible noticia que el diseñador de trajes de novia más querido en este país, Manuel Mota, había fallecido a sus 46 años. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Dónde? Eran muchas las preguntas que se hacía la gente y muchos rumores los que circulaban por las redes sociales. Vivimos en un país donde el morbo puede con nosotros y no somos capaces de darnos cuenta que con este tipo de indagaciones y afirmaciones tales cómo: dejó una nota en su vivienda antes de morir, causan más dolor a su familia.
Manuel Mota siempre fue discreto con su vida, amable con la prensa y todas las personas del sector. Jamás tenía una mala contestación para nadie y siempre estaba dispuesto a ayudar con entrevistas y demás. Entonces, ¿porqué no dejamos que su muerte sea discreta como a él le hubiese gustado?
Por respeto a él, a su familia y a sus amigos más cercanos. Me pongo en la piel de todos ellos y no puedo ni imaginar cómo reaccionaría yo si alguien empezara a recrearse en detalles escabrosos de este fatal acontecimiento. Cuando indagamos y hablamos sobre estos detalles no pensamos en que detrás de todos estos hay personas que sufren y que ahora mismo están pasando por uno de los momentos más difíciles de sus vidas.
Así que dejemos que el morbo se vaya por donde ha venido y démosle el descanso que se merece. Manuel Mota, DEP.
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