Ya sabemos la influencia que unos padres pueden tener en sus hijos para conseguir que sean resilientes, pero también pueden fomentar que los niños aprendan por sí solos a comenzar algo nuevo y construirlo por sí mismos. Sembrando este germen estaremos criando a los emprendedores del futuro.
Cuando la experta en crianza Margot Machol Bisnow se preparaba para escribir su libro ‘Raising an Entrepreneur’, entrevistó a los padres de más de cincuenta de los emprendedores de más éxito de la actualidad. ¿Qué tienen en común? Que nunca usaron estas frases cuando sus hijos eran pequeños, y te las contamos.
Revisé tus deberes y corregí algunos errores que tenías
Los padres que se interesan por la educación de sus hijos tienen más probabilidades de criar adultos exitosos. Sin embargo, interesarse no es hacerlo por ellos tal y como explicaba Julie Lythcott-Haims, ex decana de estudiantes de primer año en la Universidad de Stanford y autora de ‘How to Raise An Adult’. “Si los niños no están haciendo sus tareas, significa que alguien las está haciendo por ellos. Y así quedan absueltos no sólo del trabajo, sino del aprendizaje de que el trabajo es una responsabilidad y que cada uno de nosotros debe contribuir a él”, aseguraba.
Julie Lythcott-Haim asegura que los padres deben dejar de definir el éxito de sus hijos a través de los resultados de los exámenes y centrarse en proporcionar la idea más antigua de todas: el amor incondicional. Como padres, dejar que los hijos cometan errores y aprendan de ellos es esencial para convertirse en un adulto más responsable. Si los problemas son complicados y los resolvemos por ellos, no estamos fomentando que encuentren las herramientas para resolverlos.
No habrá extraescolares hasta que mejoren tus notas
Vamos a comenzar diciendo que las actividades extraescolares deberían ser las que le gusten al niño, sean cuales sean. Si le gusta patinar, pintar, tocar piano, bailar o jugar al fútbol debería ser decisión suya porque es una actividad lúdica para que aprenda. Y aunque no entiendas que no le guste el fútbol o no te entre en la cabeza que quiera aprender a tocar las castañuelas, si le gusta es esencial que lo fomentemos porque nos aseguraremos de que en el futuro, haga algo que le apasione. Una lección de vida que será clave para su felicidad.
Algunos niños pueden lograr perseguir su pasión académica siendo adultos, mientras que otros pueden invertir todo su tiempo y esfuerzo en esa pasión que aprendieron fuera del colegio. Castigarlos quitándoles eso, sería como si te castigaran a ti en tu trabajo quitándote tu hobbie favorito que haces en tu tiempo libre, un absurdo.
Bisnow señala en su libro que los padres apoyaron a sus hijos fuera el caso que fuera. Cuenta el caso de Jon Chu, director de ‘Crazy Rich Asians’ en su libro, y explica que el joven quería hacer películas desde que estaba en segundo grado. Aunque sus padres, inmigrantes, nunca pensaron que el éxito le llegaría a través del cine, alimentaron su pasión y le animaron a mejorar en ello, aún sin entenderlo.
Vamos a subirte la paga para que puedas comprarte lo que quieras
Cuando somos niños el dinero es algo que no terminamos de comprender, pero como adulta agradezco muchísimo a mis padres que me enseñaran el valor del dinero y el concepto de que hay que ganárselo. La frase “no soy el Banco de España” de mi madre y su insistencia en que me lo ganara por mí misma si quería comprarme algún capricho, me ha llevado hasta donde estoy ahora y no puedo ser más feliz por ello.
En el libro, Bishow nos cuenta el caso de Nyla Rodgers, fundadora de Mama Hope. Explica que la chispa de su trayectoria empresarial comenzó cuando su madre pagó sólo la mitad de un viaje cuando estaba en secundaria, y le instó a que el resto lo consiguiera ella por sus propios medios. La emprendedora afirma que cuidaba niños, cortaba el césped, paseaba perros, enseñaba a nadar e introducía datos y al final del verano, había recaudado lo suficiente para ir. “Eso es lo que inició mi viaje empresarial”, afirmaba.
Y no tiene que ver con la capacidad adquisitiva que tengáis o no como padres. Tanto si estáis montados en el dólar como si, como la mayoría de españoles, andáis más apurados para llegar a final de mes, los niños deben aprender que el dinero tiene un precio. Nunca mejor dicho. A los 5 años de edad los niños comienzan a entender algo sobre el dinero y es importante explicarles que se consigue con esfuerzo, que no es ilimitado y que si quieren algo, deben ahorrar y planificarse para conseguirlo.
Te daré dinero si sacas buenas notas
Seguimos con algo de educación financiera, y Bishow asegura en su libro que los padres de hijos exitosos, alimentaban las pasiones de sus hijos para que trabajaran lo suficiente para crear sueños y alcanzarlos, pero no les “pagaban” por sacar mejores notas. Si lo hacemos, marcamos su objetivo vital centrándose en el dinero, en hacerse o no ricos, cuando el auténtico objetivo es que sean felices.
Antes de terminar te diré algo: no todos los ahora niños serán emprendedores y de los que lo sean, no todos tendrán éxito. No te digo esto para que te desanimes ni mucho menos, sino para que cuides tus expectativas con el futuro de tus hijos. Esas expectativas parentales influyen en el desarrollo de los niños, en su confianza autoestima y resiliencia, pero siempre sean realistas aunque no dejen de ser positivas.
Pensemos que los adultos sí nos movemos con expectativas de futuro, pero los niños viven el presente, algo que pudimos comprobar con el ‘Marshmallow Experiment’ de Stanford que realizó el psicólogo Walter Mischel en 1970.
No todos los niños serán emprendedores, pero todos tienen algo que los hace únicos y, aunque tus hijos no vean su futuro ahora mismo, tú sí puedes verlo y actuar para que cuando llegue, sea el mejor posible.
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