Ni siquiera hace falta que vayas andando sola por la noche. Puedes estar a plena luz del día. O en un vagón de tren repleto de gente. O en la parada del autobús... y ser víctima de proposiciones que no buscas, comentarios subidos de tono, acercamientos intimidatorios o persecuciones por parte de siniestros desconocidos. Las historias de acoso callejero son tan comunes a diario que a veces cometemos el error de asumirlas como algo cultural e inevitable.
Pero la fotoperiodista Eliza Hatch, conocedora y sufridora también de esta forma de violencia, ha puesto en marcha un proyecto en Instagram con el objetivo de darle mayor protagonismo a todas las mujeres que sufren alguna de estas situaciones de acoso callejero, denunciarlo y conseguir que la sociedad repare en la magnitud de un problema que no es más ni menos que una forma de violencia sexual.
Según os contamos en este artículo hace meses, en nuestro país el acoso sexual es una experiencia que ha sufrido una mujer de cada dos mayor de 15 años (tal y como nos indican los datos generales de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea). Es decir, se trata de una situación que muchas mujeres sufren a diario y que en ocasiones está tan asumida como parte de la realidad que ni siquiera consideramos que sea denunciable.
Cheer Up Luv (podríamos traducirlo como "sonríe, cariño") es una cuenta de Instagram que tiene como objetivo animar a todas las mujeres que han sido víctimas de este tipo de acoso callejero a denunciar su experiencia. Cada historia está contada en primera persona por su protagonista y se refuerza con los impactantes retratos que hace Eliza Hatch, su fundadora, que reconoce que la inspiración se la debe a todos los desconocidos que le han dicho alguna vez por la calle que "sonriera, cariño", una expresión, en apariencia inocente y sencilla, pero que siempre ha conseguido dejarla desarmada y en un estado de gran inquietud.
En Cheer Up Luv nos podemos encontrar historias de todo tipo, desde simples comentarios indeseables y salidos de tono hasta tocamientos en el transporte público. Pero lo que más nos encontramos es la sensación de que todas estas situaciones están tan asumidas como parte de la normalidad que en la mayoría de las ocasiones no se ha hecho nada para denunciarlo, las víctimas ni siquiera han sido capaces de contar a sus seres más queridos lo que les ha pasado. Claro, que en ocasiones estamos hablando de adolescentes y casi niñas.
En opinión de su creadora se necesita un gran cambio social y de concienciación para empezar a ponerle freno a este tipo de violencia y la única manera en su opinión para que las cosas cambien es hablar abiertamente de ellas y denunciarlas. De hecho, hace poco os contamos en este otro artículo como las denuncias por acoso en el transporte público de Londres se habían duplicado en los últimos cinco años y que aquello se trataba de una buena noticia, una señal de que había un cambio de actitud en la sociedad y sobre todo de que las mujeres ya no están dispuestas a quedarse de brazos cruzados ante este tipo de acoso.
El proyecto está teniendo tanto éxito, en parte por la empatía que despierta, que Eliza Hatch ha confesado que está recibiendo ofertas de mujeres de todo el mundo, a través de mail o de Instagram, que quieren colaborar contando su historia personal.
Si tú también tienes una historia y quieres compartirla puedes ponerte en contacto con ellos a través de su página web.
Fotos| @cheerupluv
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