Lo que ha pasado este fin de semana en el Festival Sonorama con Eva Amaral ha sido mucho más que una polémica porque la cantante enseñara sus pechos durante su actuación. Ha sido una reivindicación necesaria.
Antes de cantar Revolución, Eva Amaral lanzaba un mensaje para después quitarse la parte de arriba del vestido. “Esto es por Rocío, por Rigoberta, por Zahara, por Miren, por Bebe. Por todas nosotras. Porque nadie nos puede arrebatar la dignidad de nuestra desnudez. La dignidad de nuestra fragilidad, de nuestra fortaleza. Porque somos demasiadas y no podrán pasar por encima de la vida que queremos heredar”.
Ante 35.000 personas, Amaral decía que no quería tener miedo a poder hablar con libertad y lo hizo “a pecho descubierto”, como muchos medios han descrito. Pero lo que ha hecho Amaral es mucho más que quitarse la parte de arriba del vestido, y mucho más que cantar una canción haciendo una performance. Lo que ha hecho Eva Amaral era necesario para el feminismo, aunque muchos lo tachen de gratuito.
La censura en el mundo de la música femenina
En los últimos tiempos hemos podido ver cómo cada vez eran más los casos de censura que se vivían en el mundo de la música por parte de algunos gobiernos. Por ejemplo, PP y Vox cancelaron un concierto de la banda Smoking Souls.
La censura con las mujeres es mucho mayor. Zahara también vió censurado en Toledo su cartel, y el último de ellos, es el caso de Rocío Sáiz, detenida en Murcia por enseñar los pechos en un concierto. Pero en cambio, nadie ha detenido a Iggy Pop que siempre canta sin camiseta. Igual que nadie censura los pezones de hombre en Instagram, pero sí los femeninos.
Por qué la indignación con el pecho de Eva Amaral es en realidad un acto machista
Habrá quien piense que es porque los pezones femeninos tienen un componente sexual que no se encuentra en los pezones masculinos, pero en realidad lo que ocurre aquí es machismo con todas las letras. Y es precisamente por eso por lo que es tan importante que Eva Amaral haya mostrado su solidaridad con sus compañeras con un gesto polémico que va a copar las portadas de los medios de comunicación.
Tal vez el problema sea por qué no nos escandalizamos cuando vemos el pecho descubierto de Måneskin en uno de sus conciertos y si nos llama la atención ver los senos de Eva Amaral en el Festival Sonorama. ¿Es gratuito el segundo y necesario el primero? En realidad es lo que pasa siempre, el patriarcado.
El problema es que se ve con los ojos del patriarcado tanto uno como otro y normalizamos ver el pecho de Iggy Pop dando un concierto pero nos escandaliza ver el de Eva Amaral. Es el patriarcado el que marca la diferencia y provoca que nos escandalicemos con una cosa y no con otra. Igual que pasó con la canción de Rigoberta Bandini, o con el maravilloso álbum Puta de Zahara. Y es justo por eso, que es tan importante lo que ha sucedido en Sonorama este fin de semana.
No es que Amaral se marque un Rigoberta Bandini como decía la Ser. Es un gesto de protesta y solidaridad, no la copia de una performance. No es que, de manera gratuita, enseñen su pecho para conseguir más titulares o popularidad. Pensemos que estamos hablando de un artista con una trayectoria de 25 años a sus espaldas. Un grupo de música consolidado que no necesita eso para vender discos ni para llenar estadios. Lo que ha hecho Eva Amaral ha sido por y para todas nosotras.
Las reacciones en las redes sociales ante el pecho de Amaral en el escenario
Aunque para muchos es falta de decoro porque “en España las mujeres somos libres”, lo que es cierto es que el gesto de Amaral es una protesta a una sociedad en la que aún no existe igualdad, algo por lo que siempre merece la pena luchar.
Hacer ruido enseñando los pechos para que ardan las redes es una de las formas de que se nos escuche. De que se vea la situación que vivimos las mujeres y se pueda reflexionar sobre lo que pasa, sobre por qué pasa y sobre cómo hacer que deje de pasar.
Y por supuesto que es reivindicativo, porque ellos pueden hacerlo y nosotras no porque es “refuerza el estereotipo de mujer objeto que debe enseñar carnaza”. Lo que refuerza en realidad, es el hecho de que nos molesta ver una teta y es algo que debería cambiar.
Eso sí, para algunos señoros, no existe dignidad en el gesto, como para José Manuel Soto, que ha menospreciado el gesto en Twitter.
Desde el inicio de la historia, la protesta siempre ha sido la manera de provocar los cambios que como sociedad necesitamos. Por eso es tan importante lo que ha hecho Eva Amaral. Porque ser incómodas para los Manolos del mundo e inspiración para todas las mujeres es el empuje que necesitamos para comenzar a hacer que las piezas de dominó caigan. Y no somos las únicas que muestran su apoyo en redes sociales. Yolanda Díaz por ejemplo, ha querido señalar la importancia de este gesto.
Bravo, Eva. Has puesto voz, una vez más, a la revolución que vendrá y a la que nos unimos para conseguir un futuro más igualitario y justo para todas.
Fotos | Gtres, Twitter
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