Las famosas agujetas o, por su nombre científico, dolor muscular de origen retardado, se producen cuando sometemos nuestros músculos a un ejercicio de intensidad al que no están acostumbrados produciéndose, entonces, microlesiones musculares y tendinosas. Esto hace que se acumulen en ellos gran cantidad de metabolitos (sustancia producida durante el metabolismo, como la digestión u otros procesos químicos corporales) que dan paso a una reacción inflamatoria e irritan las fibras nerviosas produciendo dolor. A continuación te contamos cómo aliviarlas, aunque ya te adelantamos que el famoso vaso de agua con azúcar no sirve para nada.
Medidas preventivas
Antes de que las agujetas aparezcan podemos realizar una serie de medidas preventivas a la hora de realizar ejercicio. La primera es empezar a entrenar de manera suave y progresiva. Incluso si solo estamos retomando el deporte tras un parón ya que no podemos regresar dándolo todo porque el resultado serán siempre dolores importantes.
Por otro lado, un calentamiento previo y un estiramiento posterior serán necesarios para evitar que aparezcan las agujetas, así como mantener una correcta hidratación y alimentación que nos ayuden a mantener los músculos en perfecto estado.
Eso sí, cuando las agujetas hagan acto de presencia es necesario que tomemos cartas en el asunto y acabemos cuanto antes con los dolores que provocan.
Dolor suave
El dolor suave es el más habitual y con el que estamos más acostumbrados a entrenar, aunque limita más de lo que parece el rendimiento cuando tocamos otro grupo muscular.
Para acabar con estas agujetas, los expertos de Vitónica nos recomiendan el uso de agua caliente en la zona afectada, así como friegas suaves que nos ayuden a acelerar el riego sanguíneo y mejorarlo en la zona. De este modo conseguiremos una mayor recuperación. Por otro lado, realizar ejercicio de manera moderada es una alternativa que nos hará generar adrenalina y acabar con el dolor de manera temporal.
Dolor moderado
En estos casos el dolor va acompañado de inflamación por lo que es recomendable aplicar pomada antiinflamatoria en la zona afectada. Esto mejorará, además, el riego sanguíneo en la zona y se acelerará la recuperación.
A esto podemos añadirle baños de agua caliente con aceites esenciales y aromaterapia que nos ayudará a recuperarnos mucho más rápido. Y es que, además de mejorar la circulación en las partes doloridas, tendrá un efecto relajante.
Dolor elevado
Cuando el dolor de las agujetas sea elevado casi no podremos movernos. En este caso no realizaremos ninguna actividad física para centrarnos en recuperar la salud muscular. Ingerir analgésicos suaves para mitigar el dolor es una buena opción para poder movernos. Podemos acompañarlos de duchas de agua fría en las que primero nos lavaremos con agua caliente y luego dirigiremos un chorro de agua fría a la parte afectada para adormecerla y mitigar el dolor por un momento.
La ingesta de alimentos ricos en magnesio nos ayudará a recuperarnos antes ya que los músculos lo necesitan para retomar su estado normal. Asimismo, es necesario que tengamos presente que al volver a entrenar nunca debemos sobrepasarnos ni con el peso ni la cantidad de ejercicio si no queremos acabar postrados durante unos días en el sofá con un dolor inhumano.
El mito del vaso de agua con azúcar
Recomendar un vaso de agua con azúcar a personas con agujetas se hacía antes porque se pensaba que esto disolvía los cristales que se creía que pinchaban y producían el dolor. Pero, como ya hemos visto, lo más efectivo es el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (Aines), cremas antiinflamatorias y crioterapia. También el realizar el mismo tipo de ejercicio aumenta el riego sanguíneo en la zona afectada, reduciendo los metabolitos y paliando en cierto grado el dolor.
Fotos | Oysho.
