Siete expertos y aficionados al Yoga nos hablan de cómo se sienten al hacerlo y por qué no lo cambiarían por nada

Cuando tenía 18 años tuve mi primer acercamiento al Yoga. Un compañero de universidad lo practicaba y aunque intentó de mil maneras convencerme, solo di un par de clases. Me faltó paciencia y hasta ahora, que el confinamiento nos ha obligado a tenerla, no he vuelto a reencontrarme con él.

El Yoga tiene numerosos beneficios demostrados que van desde mejoras en las funciones cardíacas y pulmonares a una mejor gestión del estrés o un aumento de la fuerza y la flexibilidad, tal y como nos explican los expertos de Vitónica.

Hemos hablado tanto con expertos de Yoga como con personas que lo practican en su día a día, que han encontrado en este deporte no solo una práctica ideal, sino un estilo de vida que ahora no imaginan perder.

El Yoga como un deporte integral: beneficios en cuerpo y mente

A nivel físico la experta en Yoga Irene Sánchez, profesora de Vinyasa Yoga y AeroYoga y conocida en Instagram como @yogui.dragon, nos explica que físicamente es un deporte que nos ayuda a ganar fuerza y flexibilidad, pero asegura que “es mucho más que una práctica física o deportiva porque es capaz de cambiarte de una forma mucho más profunda. Una vez que empiezas a practicar Yoga, empiezas a escucharte y a escuchar a tu cuerpo, algo que a día de hoy es complicado por el estilo de vida que llevamos.”

Aprender a respirar y dedicar tiempo a tu bienestar tiene muchos más beneficios que los meramente físicos. Según la experta, nos ayuda a trabajar “la confianza, la superación, la calma y hasta la sensibilidad”. Y no solo en la clase, sino en la vida. Con el Yoga aéreo, por ejemplo, aprendes a superar miedos y desechar del vocabulario el no puedo. “Te das cuenta de lo que eres capaz de hacer y de lo divertido que es explorar con tu propio cuerpo”. Y podríamos decir que es casi adictivo porque “una vez que empiezas a practicarlo, no quieres parar”.

Irene encuentra en el Yoga un beneficio que va más allá, y es que se trata de un ejercicio que puedes hacer sola. Según la experta te ayuda a darte cuenta de que no necesitas a nadie que te de ese “regalo” que para ella es el Yoga. “Es una práctica en la que no necesitas a nadie. Eres tú misma con tu esterilla, con tu respiración y con tu cuerpo. Puedo practicarlo en cualquier momento, no necesito a nadie para para darme ese regalo”.

El yoga no es solo un deporte, es una forma de vida

Para Griselda Sanz, Bussiness Development Manager en BaSSella Experiencies, el Yoga es sin duda un estilo de vida. Su trabajo va unido a la adrenalina y a la velocidad lo que en muchas ocasiones puede traducirse en estrés. Empezó a practicar Yoga hace tres años y aunque durante las primeras clases no tuvo nada claro que fuera a convertirse en su deporte favorito ahora no imagina pasar una semana sin practicarlo.

“Las primeras clases sinceramente pensaba que no duraría ni ni una semana” asegura, “pero poco a poco fui viendo cambios. Fueron muy lentos pero vi que iba mejorando muchísimo con el paso del tiempo. Me ayuda con mi hiperactividad y a controlar no solo el cuerpo, sino también la mente. Si te lo tomas en serio el cambio es espectacular.”

Griselda ha practicado muchos deportes en su vida pero asegura que el Yoga no lo cambiaría por ninguno: “es el que más me ayuda a estar en forma física y mentalmente”.

Siguiendo con esa idea de trabajo a un nivel más profundo hablamos con Ana Castaño Mateu, profesora de Yoga en Dubai. Lo que empezó como un hobby con una amiga hace cuatro años, es ahora una forma de vivir.

“El Yoga no es solo la práctica física con los asanas. El Yoga como filosofía de vida, como práctica, va mucho más allá de lo físico. También se centra en las morales sociales y éticas individuales. La meditación y todo el camino hacia la iluminación (samadhi), donde somos conscientes y la mente no deja alterar esa percepción.”

Asegura que con el Yoga se motivó porque ella de por si es bastante flexible y se dió cuenta de que era un deporte que le resultaba más fácil que otros que había practicado anteriormente. “Siempre he sido una persona que no paraba quieta, no sabía estar en mi casa viendo una película tranquila o una serie, siempre tenía que estar activa. Desde hace año y medio lo practico diariamente, hoy por hoy, dos horas al día más las clases, y el cambio físico es increíble, te tonifica todo el cuerpo y estás más fuerte.”

Pero lo mejor que tiene para Ana son sus beneficios a nivel mental. “Para mí dos horas de práctica es una desconexión total del rum rum de mi cabeza. Además es una actividad física que te pone a prueba y te hace ser paciente contigo mismo porque el progreso es lento.”

Lo mismo nos comenta Diego, profesor de Yoga desde hace más casi 15 años, que no solo asegura que es su práctica deportiva favorita sino que es su forma de vida y gracias a la cual hasta conoció a su pareja actual. Para él la calma que le aporta el Yoga y la capacidad de introspección que le ha enseñado desde que comenzó a practicarlo, es lo mejor. “Me hace estar en paz conmigo mismo y me ayuda a ordenar cuerpo y mente en un único ejercicio”.

Eso sin contar con los beneficios físicos: “fuerza, flexibilidad, destreza o equilibrio que se trabajan con cada uno de los asanas, hasta con los más sencillos”.

El yoga para mejorar la ansiedad y la postura

Iria Reguera es psicóloga, compañera y Directora de Vitónica. Empezó a practicar Yoga porque tenía muchos dolores de espalda y quería probar algún deporte que le ayudara a aliviarlo, le aportara flexibilidad y que le permitiera no estar tan entumecida, ya que pasa muchas horas sentada enfrente de un ordenador trabajando.

“Lo primero que noté es que la flexibilidad mejoraba bastante rápido y, al principio, me dolía más la espalda, pero al seguir practicando esos dolores pararon.” Objetivo conseguido. Pero no son los únicos beneficios que comenzó a notar. “Noto cómo la práctica de Yoga afecta a mi día a día para bien: soy más consciente de mi postura corporal y esto ha afectado a cómo camino, a cómo me siento en la silla, etc.“

Al principio le sorprendió el esfuerzo que requiere, ya que es un deporte que a pesar de que emplea ejercicios lentos y pausados, puede ir asociado a mucha intensidad y con muchas posturas se trabaja la fuerza, especialmente en los brazos, nos explica. Aunque nos confiesa que ha seguido practicándolo por un motivo diferente, y es que le ayuda a controlar su ansiedad. Está demostrado que es un deporte especialmente eficaz en tratamientos de ansiedad y depresión, y es el beneficio que mejor le ha venido a Iria.

“Mi ansiedad proviene de una necesidad de control muy grande y me cuesta muchísimo relajarme. Es más, no sé si hasta hace bien poco había llegado a ser capaz de relajarme de verdad. Al punto de que no reconocía la sensación y hasta me daba miedo porque me hacía sentir que perdía el control de mi cuerpo. El Yoga me ha ayudado muchísimo con eso. A ser capaz de reconocer la sensación de relajación, de saber que aunque elija voluntariamente relajarme no deja de ser una decisión mía y, por tanto, sigo controlando mi cuerpo, y que puedo volver a la tensión cuando quiera. Cada día que practico aprendo una cosa nueva sobre mi cuerpo.”

El Yoga como complemento de otros deportes

Para otros, no es su disciplina principal de entreno, pero si un complemento que se ha vuelto imprescindible. Raquel Rodríguez, directora de e-commerce editorial en Webedia y profesora de pilates, el Yoga es un imprescindible.

“Aunque me centro mucho más en el entrenamiento de fuerza y en el running, considero el Yoga un imprescindible en mi rutina ya que me aporta un buen trabajo de la movilidad de las articulaciones, del equilibrio y control corporal y de la fuerza desde un punto de vista diferente al trabajo en el gimnasio. Sobre todo ahora que estoy preparando maratón de nuevo, la práctica del Yoga me ayuda también a trabajar la concentración y la consciencia de mi propio cuerpo.”

Para Alberto Danta, Store Manager, se ha convertido también en un imprescindible sobre todo durante el confinamiento. “Había empezado a escalar y decidí probar también con el yoga. Ahora ambos me han enganchado y utilizo el yoga como complemento a la escalada.”

“El Yoga me ayudó a mantener el tono muscular, gané resistencia muscular y mucha movilidad, algo básico para escalar”, pero también para CrossFit o para surfear, deportes que también practica. Da una clase a la semana pero lo usa casi a diario.

“Lo utilizo para calentar porque, tras mil años practicando deporte y a muchos a nivel de competición, ahora el Yoga me ha enseñado mucho más la importancia de la respiración y cómo usarla para enfocar el cuerpo a la práctica deportiva. Me ayuda, vaya a entrenar o no, a estirarme bien en casa y mantener una espalda sana, y en el confinamiento el Yoga ha sido mi escape en casa”.

Básicos que necesitas para empezar a practicar yoga

Si como ellos (y como yo) quieres que el Yoga comience a formar parte de tu vida, no necesitas mucho: esterilla, ropa cómoda (marcas como Oysho por ejemplo tienen colecciones dedicadas solo a este deporte) y muchas ganas.

Para algunas posturas puede que te vengan bien unos bloques que te den estabilidad o te ayuden a llegar a la postura, sobre todo si estás empezando y aún no tienes tanta flexibilidad.

El yoga es un deporte que te cambiará la percepción de tu propio cuerpo, de tu respiración y que te ayudará a llevar una vida sana si le das una oportunidad. Quién sabe, lo mismo en un año estás haciendo las posturas imposibles de Patricia Montero. Solo necesitas ganas, paciencia y te enamorarás del yoga como todos los que hemos dado testimonio en este artículo.

Fotos | todd kent, rishikesh yogpeeth, kike vega en Unsplash