Acabas de llegar de la compra, con el calor azotando en tu cuerpo y lo que más te apetece es abrirte una cerveza bien fría. Aunque la ciencia ya nos haya explicado que no es lo mejor para combatir el calor extremo, lo cierto es que es difícil resistirse a una copa de cerveza helada en una copita que suda tanto como nosotras.
La cerveza es, junto con la sangría o el maravilloso tinto de verano, una de esas bebidas que más nos parecen cuando aprieta el calor. Lo malo es que si no te has acordado de meterla en la nevera o acabas de traerlas a casa, tomarte una cerveza fría no parece posible. Toca esperar. ¿O no? La ciencia tiene la clave para enfriar esta bebida cuya historia es tan antigua como la de nuestra civilización. Así puedes enfriar una cerveza rápidamente y sin usar la nevera ni el congelador.
Cómo enfriar la cerveza rápidamente y sin nevera
En un recipiente amplio, echamos hielos, rellenamos con agua y metemos las latas de cerveza y ahora llega la magia: sal. Añadimos un puñado de sal a la mezcla y removemos. La sal reduce la temperatura de congelación de la mezcla de hielo y agua y hace que el hielo se derrita bajando la temperatura del agua a una temperatura menor a los 0 grados más rápidamente. Así, conseguiremos que la cerveza se enfríe mucho más rápido.
Para que la sal se disuelva en el agua, necesita el calor produciendo así una reacción endotérmica. Al estar rodeada de hielo,la sal busca absorber el calor y lo hace de la lata. En apenas 15 minutos la cerveza estará helada, más fría incluso que si llevara todo el día en la nevera y casi como por arte de magia.
Este truco puede ayudar a enfriar cerveza y cualquier otra cosa de forma más rápida cuando se tiene una urgencia. Para conseguir que una bebida se refrigere de forma casi instantánea, solo necesitamos agua, hielo y sal.
Otro truco: un paño húmedo
También podemos enrollar las latas o botellas en un paño húmedo o un papel de cocina mojado en el que echaremos un poco de sal para que esta haga esa reacción endotérmica también. Metemos en el congelador y en minutos tendremos fría la cerveza, aunque personalmente me quedo con la primera opción. Es rápida y con un resultado que nunca falla.
Fotos | Wil Stewart en Unsplash, Ola Dybul en Unsplash
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