Cuando hace frío nos apetecen platos cargados de calorías, suculentos y abundantes además de temperatura caliente y muchas veces su consumo se respalda bajo la creencia de que ante el frío se requiere de un mayor aporte energético, pero ¿de verdad necesitamos más calorías?
Termorregulación: las calorías que requiere el cuerpo para regular la temperatura
Nuestro organismo tiene variedad de funciones que nos permiten vivir adecuadamente cada día, y una de ellas se denomina termorregulación que no es más que la regulación de la temperatura corporal, para lo cual, el cuerpo requiere calorías.
Por ejemplo, en verano el organismo elimina líquidos por sudor para reducir la temperatura corporal y mantenerla estable en aproximadamente 36 grados centígrados, pero en invierno el cuerpo echa mano a otros recursos para mantener la temperatura a dichos niveles, elevándolo por ejemplo mediante la producción de escalofríos o pequeños temblores.
Este gasto de calorías que el cuerpo ocasiona para regular la temperatura corporal se considera parte del gasto metabólico basal o en reposo, que se mantiene casi constante. Sin embargo, si nos exponemos al frío por un largo tiempo o si realizamos actividad física al aire libre en invierno podemos elevar considerablemente el gasto de calorías por termorregulación.
¿Necesito más calorías?
Si en invierno, ante el frío evitamos la actividad física en el exterior y por el contrario la cambiamos por un entrenamiento en ambiente cerrado, nuestro cuerpo no sentirá tanto el cambio de temperatura externa.
Asimismo, si vives y trabajas en un ambiente calefaccionado, la temperatura ambiental se mantendrá relativamente constante y tu cuerpo no necesitará de un gran esfuerzo para elevar la temperatura de tu cuerpo que, por otro lado, nunca descenderá grandemente.
Por todo esto, seguir pensando que necesitamos comer más para obtener más calorías cuando hace frío puede llevarnos a engordar durante el invierno, algo que muchos intentamos evitar y que después, puede costarnos mucho trabajo revertir.
Si te expones al frío y comes siempre lo mismo es probable que tu cuerpo gaste más calorías y por ello tenga una leve pérdida de peso, pero si te trasladas en coche, trabajas en oficina calefaccionada y vives en una casa con temperatura constante es probable que tu cuerpo no este variando el gasto calórico y por ello, no necesitas más calorías.
Si quieres perder peso, disfruta del frío
Con sólo reducir de 24°C la temperatura a 19°C puedes hacer una diferencia, por ello, si quieres perder peso disfruta del frío, sal a correr al aire libre como lo hacías en verano o practica algún deporte de invierno.
Camina en medio de la nieve y no calefacciones en exceso tu casa ni tu lugar de trabajo, de manera que el cambio estacional se sienta en tu cuerpo y éste consuma más calorías de verdad para regular la temperatura. Además, exponerse al frío puede promover la generación de grasa marrón, un tipo de grasa más activa y que se quema más fácilmente, por lo tanto, ayuda a perder peso como nos cuentan en Vitónica.
Si no te expones al frío no necesitas más calorías, pero sí realmente quieres adelgazar te proponemos salir a la nieve, el hielo o el frío bien frío del invierno para lograrlo más fácilmente junto a un estilo de vida saludable, pero no lo olvides: ¡no sumes calorías a tu dieta!
Imagen | Pixabay y Wikimedia