Muchos ya lo llaman el "compañero fiel" del siglo XXI, pero la realidad es que es un enemigo para nuestro cuerpo en todos sus aspectos y por ello, aunque resulta difícil de evitar su compañía, en este nuevo curso te proponemos intentarlo y te ayudamos a reducir el estrés con diferentes consejos útiles.
¿Por qué controlar el estrés?
El estrés es un proceso silencioso que poco a poco altera diferentes funciones del organismo afectando tanto su salud como su aspecto físico o externo.
Así, el estrés afecta nuestro metabolismo produciendo cambios en diferentes hormonas tales como las que regulan el hambre, el apetito y la saciedad y por ello, solemos engordar cuando estamos estresados.
Asimismo, el estrés eleva los niveles de cortisol en sangre, una hormona que obstaculiza nuestros intentos de ganar músculo al impedir la correcta liberación de hormonas que favorecen la hipertrofia por ejemplo.
Por otro lado, cuando estamos estresados, solemos rendir menos tanto física como intelectualmente, alimentarnos mal, dormir mal y alterar muchas otras funciones y actividades diarias, todo lo cual conduce a que el organismo sufra una caída de sus defensas y tenga mayor riesgo de enfermar así como también, empeora nuestra estética considerablemente.
Si queremos lograr un cuerpo en forma en este nuevo curso y sentirnos bien tanto por dentro como por fuera, es fundamental reducir el estrés en nuestra vida diaria.
Siete signos de alerta
La presencia de estrés por un tiempo limitado y corto plazo no es mayor problema para nuestro cuerpo, sino que su permanencia en el tiempo es el gran enemigo de la salud y estética del organismo.
Para saber diferenciar cuando estamos ante un estrés nocivo, puedes usar los siguientes siete signos de alerta que según la Fundación Española para el Corazón indican que es momento de actuar para reducir el estrés en la vida diaria y así, proteger al organismo:
- Bajo rendimiento mental caracterizado por dificultad para concentrarse, mal humor, nerviosismo, irritabilidad, preocupación excesiva, ansiedad, sensación de agobio, tensión o agitación.
- Agotamiento, dolor de cabeza, sequedad bucal, sensación de fatiga, tensión muscular, problemas gástricos, vértigo y pulso cardíaco acelerado.
- Alteración de hábitos que comprometen nuestras necesidades básicas. Podemos comer o dormir en exceso o muy poco y ello, puede ser a causa del estrés y afectar nuestra salud.
- Dejadez y excesos que pueden manifestarse en falta de higiene, abandono en la forma de vestirnos o bien, abusar de sustancias como el tabaco, el alcohol u otras drogas.
- Malestar general debido al incremento de cortisol y adrenalina que producen cambios en el metabolismo, alteran la frecuencia cardíaca, la presión arterial y otros factores que no nos permiten sentirnos bien.
- Pesimismo en cada pensamiento o el recuerdo activo de una situación traumática ocurrida en el pasado.
- Miedos incontrolables, tales como sensación de pánico o un temor que no se puede controlar.
Si presentes uno o más de los signos anteriormente nombrados, quizá sea momento de ponernos en marcha y actuar contra el estrés que poco a poco está dañando nuestro cuerpo.
Cómo reducir el estrés: 9 consejos para poner en práctica
Para reducir el estrés en este nuevo curso y así, ordenar las funciones internas del metabolismo así como hacer efectivo el cambio de hábitos que tanto buscamos para lograr un cuerpo en forma, podemos acudir a los siguientes consejos:
- Establece prioridades: es frecuente estar rodeado de obligaciones y actividades por realizar, pero para no agobiarnos entre tantas tareas por cumplir, lo primero es establecer prioridades para ir realizando según su importancia y no presionarnos con actividades innecesarias o de carácter poco relevante.
- Organízate: asignar prioridades, establecer fechas y horarios, anotar los pendientes y realizados así como visualizar nuestro día organizado es un gran recurso para "aliviar" a nuestra cabeza de tantas preocupaciones.
- Aliméntate bien: si quieres controlar los niveles de estrés, una buena dieta colmada de antioxidantes y alimentos relajantes puede ayudarte. En cambio, una dieta rica en grasas o en la cual la comida basura es protagonista puede sumar más estrés a tus días.
- Muévete regularmente: en medio de tantas obligaciones lo primero que solemos hacer es reducir la actividad física. Sin embargo, esto agrava el estrés en lugar de ayudarnos a su reducción, ya que el ejercicio contribuye de diferentes formas a disminuir su presencia y algunas actividades son de mayor ayuda que otras.
- Evita el tabaco y otras drogas: aunque es una de las estrategias más usadas en caso de ansiedad y múltiples tensiones, está demostrado que el cigarrillo no alivia el estrés sino que lo agrava, por ello, mejor no acudir a sustancias tóxicas que empeoran la situación de nuestro organismo.
- Comparte sentimientos: la carga emocional puede ser una de las principales causas de estrés, por ello, una extensa conversación con amigos o con la familia, así como una sesión de psicoterapia siempre puede ser de ayuda para liberar emociones y sentimientos que están causando estrés.
- Aprende a decir NO: negar compromisos es algo que debería verse con buenos ojos, ya que forma parte de la organización y administración de responsabilidades. Asimismo, podemos delegar además de negar para aliviar nuestra carga y reducir el estrés.
- Dedica tiempo a ti mismo: tomar unos minutos para leer algo que nos gusta, escuchar música o simplemente mirar el cielo puede ser de mucha ayuda para reducir tensiones y aliviar el estrés.
- Descansa lo mejor posible: habiendo aplicado alguno de los consejos anteriores, podemos intentar descansar lo mejor posible para así, recuperar energía y reducir el estrés.
Si queremos lograr otros objetivos tales como comer mejor o perder peso en este nuevo curso, lo primero es controlar el nivel de estrés en nuestro organismo.
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