Muchos de nosotros siempre hemos tenido en mente mejorar una parte de nuestro cuerpo, y en definitiva la popularidad de las cirugías estética han hecho que las intervenciones en la nariz sean las más buscadas por hombres y mujeres, sin embargo el procedimiento quirúrgico es una decisión importante que debe de tomarse cuando las demás opciones no se ajustan a nuestras necesidades, ¿has pensado en mejorar el aspecto de tu nariz? Si es así tienes que conocer otros métodos (y la realidad de lo que ofrecen) antes de someterte al bisturí.
Ya sea que no estés satisfecho con la protuberancia con la que naciste, con la cicatriz que te dejó un accidente o que estés lidiando con el resultado de una cirugía de nariz fallida, los procedimientos de nariz no quirúrgica son una opción efectiva para mejorar u apariencia de manera segura, rápida y económica, pero no todo es llegar con el doctor de un momento a otro, antes tienes que saber en qué consisten cada uno de los procedimientos que te garantizan un mejor perfil.
Ácido hialurónico, una solución sencilla... pero temporal
Las personas que son candidatas para trabajos de nariz no quirúrgicos generalmente desean camuflar una pequeña protuberancia, crear una apariencia más simétrica o hacer que sus fosas nasales sean más pequeñas, todos éstos por en lo general por intervenciones quirúrgicas previas fallidas.
La intervención no quirúrgica funciona inyectando relleno para cambiar la apariencia de la nariz, pero el tipo de relleno importa cuando se trata de ese tipo de procedimientos. Muchos cirujanos plásticos que realizan trabajos de nariz no quirúrgicos usan rellenos de gel temporales como el ácido hialurónico. Pero estos costosos tratamientos duran solo unos meses y deben repetirse para mantener el resultado deseado, es por ello que la corrección nasal de este tipo es recomendable sólo si se es consciente de que el efecto será duradero y no como una inversión a largo plazo.
Silicona, la respuesta a las necesidades estéticas
Más allá de los implantes y su uso en la reconstrucción de tejidos (en el caso de las mujeres) la silicona se ha convertido en uno de los materiales preferidos de los cirujanos plásticos, y es que al igual que el ácido hialurónico, no requiere intervención del bisturí para realizarse, pero a diferencia de éste ofrece resultados prolongados cuando de mejorar el aspecto de nuestra nariz hablamos.
Para este procedimiento el polidimetilsiloxano, un aceite de silicona de grado médico se inyecta en forma de gotas para darle la forma deseada a la nariz, garantizando la seguridad de los tejidos, el hueso y la piel ya que es utilizado en agujas hipodérmicas, jeringas desechables y catéteres intravenosos, garantizando el nulo rechazo de la sustancia por parte de nuestro cuerpo.
Rinoplastía, cuando el bisturí es la última opción
Si quieres un resultado permanente o te ha tocado vivir la mala experiencia de que tu cuerpo rechaza sustancias que se utilizan en la cirugía plástica, la rinoplastía es la opción definitiva para corregir algo más que la estética: este procedimiento permite modificar las estructuras óseas, el cartílago, la piel o los tres a la vez para un resultado más allá de un buen perfil, y es que el visitar el quirófano puede ayudarte a tratar padecimientos como la rinitis que obstruye los conductos nasales y provoca dificultades para respirar.
Sea cual sea la razón por la que quieras someterte a un procedimiento de corrección estética para tu nariz, debes de tener en cuenta tus necesidades de salud antes que tu apariencia para optar por alguna de éstas soluciones.