Parece que fue ayer cuando llevabas la bufanda enrollada alrededor del cuello, pero bien sabes que cuando el calor llegue será de repente y que es el momento de lanzarte a las tiendas a buscar el bikini perfecto. ¡Y tú con estos pelos! ¡Y ese resplandor fantasmal! Por eso, antes de llevarte un disgusto es mucho mejor que tengas en cuenta estos consejos para que la búsqueda sea muy fructífera y mucho menos dramática.
1.- No te hagas ninguna idea preconcebida (ni ninguna ilusión).
2.- Deja de compararte con tus amigas. Lo que les queda bien a ellas no tiene por qué quedarte bien a ti.
3.- En general, no te compares con nadie.
4.- Especialmente con Adriana Lima.
5.- En todo, caso compárate con tu yo del futuro (en plan "anuncio de lejía") y disfruta de lo que tienes hoy porque es difícil olvidarlo hasta que dentro de unos años te veas en una fotografía y te des cuenta de que estabas estupenda.
6.- Hazte a la idea de que la Operación Bikini no se hace en un día. Ni en una semana. Ni en un mes. Cualquiera que te diga lo contrario te está intentando vender una dieta timo-milagro.
Para tener esta pinta en bikini hay que tomar rúcula durante meses a palo seco, hacer mas de tropecientas sentadillas a diario y tener un poquito de suerte con la lotería genética.
7.- Apúntate mejor a nuestra Operación Bikini, con la que no se pierden kilos pero sí se sale ganando.
8.- Date autobronceador: hace milagros por tu autoestima.
9.- Todos los probadores son engañosos: 1) o te sacan más fallos que tu peor archi-enemiga o 2) te vende la moto como un político en campaña electoral.
10.- La iluminación de estos sitios puede responder a diferentes tipos de ambientes: whisquería sórdida de barrio, laboratorio de tecnología puntera con iluminación tipo Rayos X o ministerio ajado de los años 70. En resumen: ninguna de las tres iluminaciones le sacará ningún partido a tu piel.
11.- No dejes que las tallas gobiernen tu vida.
12.- Las tallas en realidad no existen. Son un invento del Club Bilderberg para mantener a la población ocupada preocupándose de algo que realmente no importa de verdad.
13.- Sí, es normal tener una talla diferente de la parte de arriba y otra de la parte de abajo. De hecho, lo raro es que coincidan.
14.- ¿Recuerdas las clases de equivalencias en matemáticas del cole? Pues chupado al lado de calcular las equivalencias de tallas de una marca a otra. Incluso de una temporada a otra de la misma tienda.
15.- Para que tu búsqueda del bikini perfecto no acabe como una tragedia griega te aconsejamos ignorar esa etiqueta que hay colgando de todas las piezas y que te dejes llevar por tu instinto o por la práctica técnica del ojímetro.
Nos preguntamos si existe la Probadorfobia y si hay algún tratamiento para curarla.
16.- Sí, puede que encontrar el bikini perfecto requiera más logística que el Desembarco de Normandía.
17.- Es decir, no te rindas si el primer día no encuentras nada. Ni acabes regresando a la primera tienda donde viste uno que no pero sí, quizá si eso, podría ser, tal vez... Inspira, expira, inspira, expira. Y no lo compres.
18.- Y, por supuesto, ni se te ocurra comprar el mismo modelo de siempre por comprar algo. El mismo que compraste el año pasado. Y el anterior. Y el otro. Vamos, la octava versión del mismo modelo.
19.- Sé infiel: con el estilo retro, con el de triángulos, con el bandeau,
20.- Es más: asumamos que dar con El Bikini es difícil desde el mismo principio. Sólo dar con el Arca Perdida llevó más tiempo, pero fue bastante menos divertido.
21.- Si recurres al camino fácil, es decir, comprar tu bikini online, prepárate para que lo que llegue a tu casa no se parezcan en nada a las fotos que había en la web (o que no te queden como tú esperabas). La modelo y activista Ashley Graham recomienda encargar varias tallas distintas para que tu compra no sea en balde.
22.- Admite que quizá necesites una pausa entre probador y probador.
23.- Si crees que has dado con un "quizás" hazte un par de selfies con tu móvil y desde diferentes ángulos. El nunca te engañaría. A falta de móvil puedes llevarte a tu madre, seguro que ella no tiene pelos en la lengua para explicarte cómo te queda por delante y por detrás, del derecho y del revés. Las abuelas también son buenas asesoras.
24.- La prueba definitiva de que es lo que andabas buscando: pégate un par de bailes desenfrenados en el probador o imagina que vas en el transporte público en la hora punta. Si todo sigue en su sitio, felicidades, has encontrado tu bikini.
25.- Y recuerda: más importante que encontrar el bikini perfecto es dar con la playa perfecta.
Fotos: Britannyherself
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